Raras monedas pueden ser un tesoro escondido para los coleccionistas numismáticos (Foto: PCGS)
Raras monedas pueden ser un tesoro escondido para los coleccionistas numismáticos (Foto: PCGS)
Pedro Bustamante

En el intrigante ámbito de la numismática, algunos artículos trascienden su valor nominal para alcanzar cifras sorprendentes en el mercado. Este fenómeno suele ser el resultado de una combinación singular de factores como la historia, la calidad de conservación y una producción extremadamente limitada. Aunque muchas monedas parecen modestas en términos de denominación, su valor puede dispararse debido a su rareza y demanda entre los coleccionistas. Un claro ejemplo de este fenómeno es la de de 1821 de Estados Unidos, conocida como el Quarter Dollar Proof.

El Quarter Dollar Proof de 1821 pertenece a la serie Capped Bust Quarters (cuartos de busto cubierto) emitida entre 1820 y 1838. Diseñada por el grabador John Reich, esta moneda se compone de un 89.2% de plata y un 10.8% de cobre. Aunque puede parecer una pieza común a simple vista, la calidad de su acuñación y el escaso número existente elevan su valor a niveles extraordinarios. El ejemplar fue acuñado en Filadelfia, y su rareza se debe a la limitación en la cantidad producida: se estima que solo se acuñaron 15 unidades de esta versión Proof.

¿CÓMO ES LA MONEDA?

El atractivo de esta moneda se ve reforzado por su historia y el diseño detallado que presenta. En el anverso, la pieza muestra un retrato de la Libertad con una banda en la cabeza, flanqueado por 13 estrellas que representan las colonias originales de Estados Unidos. En el reverso, un águila heráldica con alas extendidas sostiene flechas y una rama de olivo, con el lema “E PLURIBUS UNUM” sobre su cabeza. Estos elementos no solo añaden valor histórico, sino que también realzan el atractivo estético del ejemplar.

El gran valor de esta pieza radica en su antigüedad y escasez de acuñación (Foto: USA Coin Book)
El gran valor de esta pieza radica en su antigüedad y escasez de acuñación (Foto: USA Coin Book)

ES UNA MONEDA MUY ESCASA

La escasez de la moneda de 1821 es un factor crucial que contribuye a su alto valor. De las 15 unidades acuñadas, se conocen entre cuatro y cinco ejemplares en circulación, lo que hace que cada pieza sea extremadamente deseada por los coleccionistas. Uno de estos ejemplos más destacados, el “D. Brent Pogue PCGS PR67″, se vendió por US$235,000 en 2015, reflejando el alto interés en esta raezaa. Este récord fue superado en 2023, cuando otro alcanzó la impresionante cifra de US$252,000 en una subasta.

A pesar de la creencia de que podrían existir hasta 12 monedas Proof de 1821, la evidencia sugiere que esta cifra podría estar exagerada. Esta incertidumbre sobre el número exacto de ejemplares existentes solo aumenta el atractivo de la pieza para los coleccionistas, que buscan artículos con una historia y rareza confirmadas. El Quarter Dollar Proof de 1821, por lo tanto, se convierte en un objeto de deseo aún más valioso debido a esta ambigüedad.

Esta pieza de 1821 es un claro ejemplo de cómo una moneda con una denominación aparentemente baja puede alcanzar un valor excepcional debido a su historia, diseño y escasez. El artículo en mención, emblemático de la serie Capped Bust Quarters, no solo ofrece una ventana al pasado de la numismática estadounidense, sino que también ilustra el impacto que la rareza y la calidad de conservación pueden tener en el valor de estos objetos.

SOBRE EL AUTOR

Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con siete años de experiencia en medios de comunicación escritos, tanto en ediciones impresas como digitales. Actualmente redacto para el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.

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