
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha iniciado este miércoles una cruzada de aranceles que ha alcanzado incluso a los territorios más remotos, como un archipiélago que solo es habitado por pingüinos.
Aranceles a pingüinos, aves y focas
Siguiendo con su guerra comercial, Trump impuso aranceles del 10% a las islas Heard y McDonald, un archipiélago autónomo de Australia, que no tiene ocupación humana ni actividad económica. Los principales habitantes de estas islas en el océano Índico son las aves, focas y los pingüinos, por lo que fueron declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad.

Pese a que este archipiélago solo es visitado con fines científicos, la administración de Trump decidió incluirlo como un país en su tabla de países de aranceles globales.
Pero este no es el único territorio remoto afectado por los aranceles de Trump. La Casa Blanca también incluyó en su lista a Tokelau, un territorio que depende de Nueva Zelanda y que tiene apenas 1.600 habitantes, así como a las islas Cocos, otro archipiélago australiano con solo unos 600 habitantes.
Aranceles a una base militar de Estados Unidos

La administración de Trump también ha decidido imponer aranceles al Territorio Británico del Océano Índico (British Indian Ocean Territory), un archipiélago, que es habitado únicamente por personal militar de Estados Unidos y Reino Unido en una base militar conjunta en la isla Diego García. Políticamente es un territorio disputado entre Mauricio y Reino Unido, aunque es este último quien administra la isla, pese a un fallo de la Corte Internacional de Justicia a favor de Mauricio.
Fuente del video: SBS News Au










