Lo que hace una década era apenas un puñado de casas dispersas cerca del mar hoy se prepara para convertirse en una ciudad con nombre de ciencia ficción. Boca Chica Village, una pequeña comunidad en el sur de Texas, ha votado abrumadoramente a favor de transformarse en “Starbase”, una nueva municipalidad nacida bajo la sombra —y el impulso— de SpaceX, la empresa aeroespacial del multimillonario Elon Musk.
ASÍ HA NACIDO STARBASE EN EL SUR DE TEXAS
Con 173 votos a favor y solo 4 en contra, la decisión no dejó lugar a dudas. La mayoría de los habitantes, muchos de ellos empleados directos de SpaceX, avalaron la propuesta que Musk lleva promoviendo desde hace años. El resultado superó cómodamente los 143 sufragios necesarios, y según las autoridades electorales del condado de Cameron, la creación de Starbase es ya prácticamente un hecho.
La nueva ciudad abarcará cerca de 3.9 kilómetros cuadrados en los alrededores del sitio de lanzamiento y pruebas de SpaceX, muy cerca de la frontera con México. Quienes visiten el área ya se topan con un busto de 2.7 metros de altura de Elon Musk en la entrada del vecindario, como si fuera un monumento fundacional de esta ciudad del futuro. Ahora solo falta una orden judicial para formalizar su integración al estado de Texas.
En la entrada del vecindario se erige un busto de Musk (Foto: AFP)
¿CUÁLES SERÁN LOS PRÓXIMOS PASOS?
Uno de ellos será elegir a las autoridades municipales. Por el momento, todo apunta a que el primer alcalde de Starbase será Bobby Peden, vicepresidente de operaciones de lanzamiento y prueba de SpaceX, quien ha sido parte de la compañía desde 2013. De ser elegido, Peden no solo liderará la ciudad, sino que también podría marcar el modelo de gobernanza en una comunidad creada en torno a una empresa.
Pero no todo son festejos ni entusiasmo futurista. Grupos ambientalistas, como el South Texas Environmental Justice Network, han expresado profundas preocupaciones sobre el impacto ecológico que esta expansión ha tenido en el ecosistema local. Señalan daños a fuentes de agua, hábitats naturales y acceso restringido a la playa de Boca Chica, afectando tanto a la fauna silvestre como a las comunidades pesqueras que históricamente habitaron la zona.
“Starbase representa una distopía disfrazada de innovación”, denunció uno de los activistas. “Elon Musk está construyendo una ciudad a medida sin consultar a las especies, las tradiciones ni los pueblos que ya estaban aquí”, agregó. Los lanzamientos frecuentes de cohetes han generado explosiones, incendios y evacuaciones, que para algunos residentes, ya no suenan tan emocionantes.
La controversia se extiende más allá del ámbito local. En el plano nacional, Musk enfrenta crecientes críticas por su papel en el gobierno de Donald Trump, donde actualmente lidera el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Desde ese puesto ha promovido una ola de despidos en agencias federales, lo que ha encendido alarmas sobre el poder político que está acumulando mientras continúa ampliando su influencia empresarial.
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