Southwest Airlines eliminó el beneficio de equipaje facturado gratuito (Foto: Freepik)
Southwest Airlines eliminó el beneficio de equipaje facturado gratuito (Foto: Freepik)
Pedro Bustamante

Hace menos de un año, estaba en pleno proceso de reformar su estrategia para recuperar rentabilidad, anunciando cambios clave que prometían transformar su modelo de negocio. Entre las novedades, destacaba la decisión de mantener su emblemática política de equipaje gratuito, que, a pesar de las presiones de la industria, seguía siendo uno de los principales atractivos de la aerolínea. Nadie podría imaginar, entonces, que tan solo unos meses después la compañía eliminaría este beneficio que había sido su seña de identidad por más de 50 años.

El anuncio fue sorpresivo. El martes 18 de marzo, Southwest reveló que comenzaría a cobrar por el equipaje facturado, un giro radical que dejó a muchos clientes y expertos preguntándose por qué se había dado este cambio tan repentino. El CEO de la aerolínea, Bob Jordan, intentó justificar la medida durante una conferencia en la que explicó que la compañía había tenido que reconsiderar su estrategia de precios a la luz de nuevos comportamientos de compra por parte de los clientes. Pero ¿cómo llegamos hasta aquí? ¿Qué motivó a Southwest a dar este paso tan controvertido después de haber defendido a capa y espada ese privilegio?

Southwest Airlines está cambiando sus políticas, pero dichas modificaciones no están cayendo muy bien en los pasajeros (Foto: AFP)
Southwest Airlines está cambiando sus políticas, pero dichas modificaciones no están cayendo muy bien en los pasajeros (Foto: AFP)

UN GIRO INESPERADO

Para entender este cambio, es importante retroceder un poco en el tiempo. En septiembre del año pasado, Southwest había dejado claro que su política de equipaje gratuito seguía siendo uno de los pilares de su negocio. En ese momento, durante su jornada de inversores, la compañía presentó sus planes de reforma y destacó que cualquier cambio en esta política podría afectar la demanda de sus vuelos. Según ellos, ofrecer dos maletas gratis por pasajero seguía siendo un atractivo para muchos viajeros y una forma de diferenciarse de otras aerolíneas, que ya cobraban tarifas adicionales por este servicio.

Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaban. A pesar de esa defensa enérgica de la política de equipaje gratuito, en los meses siguientes, Southwest comenzó a notar una creciente presión para adaptarse a un entorno económico más exigente. La compañía, que históricamente había sido conocida por ofrecer tarifas competitivas y un enfoque centrado en el cliente, se vio obligada a reconsiderar algunos de sus principios a medida que la rentabilidad se convertía en una prioridad.

CAMBIOS EN LOS CANALES DE RESERVA

Una de las claves que Bob Jordan mencionó en su explicación fue el impacto de los nuevos canales de reserva. Desde que Southwest comenzó a ofrecer sus vuelos a través de metabuscadores como Google Flights y Expedia, la aerolínea ha tenido acceso a datos más detallados sobre las decisiones de compra de los clientes. Y lo que descubrió fue revelador: los viajeros se mostraban extremadamente sensibles a los precios, y una pequeña fluctuación en las tarifas podía influir enormemente en sus decisiones.

La competencia con otras aerolíneas, que ya cobraban por el equipaje facturado, también jugó un papel crucial. Southwest, al ofrecer este servicio sin costo adicional, había estado absorbiendo una parte significativa de esos costos operativos. En términos simples, los gastos asociados al transporte de maletas eran cada vez más difíciles de manejar, sobre todo cuando la aerolínea no podía aumentar demasiado los precios debido a la competencia feroz en el mercado.

LA NUEVA TARIFA “BÁSICA”

Ante este panorama, Southwest introdujo una nueva tarifa “Básica”, que incluye menos beneficios que la tarifa tradicional “Wanna Get Away”. Esta nueva opción, similar a la que ofrecen otras aerolíneas, no incluye el equipaje gratuito, lo que permitirá a la compañía reducir sus costos operativos y generar nuevos ingresos. Aunque aún no se ha especificado cuánto costará el equipaje facturado, se espera que las tarifas se mantengan dentro del rango de las aerolíneas competidoras, que cobran entre US$35 y US$40 por la primera maleta.

Lo cierto es que, con esta medida, Southwest planea obtener ahorros significativos, estimando que alcanzará más de US$1,000 millones en reducción de costos hasta 2027. Esta cifra representa una mejora sustancial respecto a las expectativas previas, que eran de aproximadamente US$500 millones. La introducción de estas tarifas, junto con otros ajustes, permitirá a la empresa mejorar su rentabilidad y satisfacer las expectativas de sus accionistas, como los del inversor activista Elliott Investment Management, que ha ejercido presión para que la aerolínea tome decisiones más enfocadas en las ganancias.

Southwest Airlines es una aerolínea estadounidense que ofrece vuelos domésticos y a destinos internacionales (Foto: AFP)
Southwest Airlines es una aerolínea estadounidense que ofrece vuelos domésticos y a destinos internacionales (Foto: AFP)

LOS CLIENTES PREMIUM SIGUEN RECIBIENDO BENEFICIOS

Cabe destacar que no todos los pasajeros se verán afectados por el cambio. Los miembros de programas de fidelización, los titulares de tarjetas de crédito asociadas a la marca y los viajeros que adquieran tarifas premium seguirán disfrutando del equipaje gratuito. Esto es parte de un esfuerzo por premiar a los clientes más leales, mientras que se busca incentivar la compra de productos adicionales entre los pasajeros que opten por las tarifas más económicas.

Este cambio también refleja una tendencia más amplia en la industria aérea, donde las aerolíneas están cada vez más centradas en maximizar sus ingresos por pasajero. La diferenciación basada en servicios como el equipaje gratuito, que en su momento fue un gran atractivo, ahora está siendo reevaluada frente a la necesidad de equilibrar costos y rentabilidad.

SOBRE EL AUTOR

Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con siete años de experiencia en medios de comunicación escritos, tanto en ediciones impresas como digitales. Actualmente redacto para el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.