Miles de inmigrantes en EE.UU. enfrentan una decisión desgarradora: denunciar violencia doméstica y arriesgar su deportación, o callar y seguir expuestos al abuso. (Foto: Getty Images)
Miles de inmigrantes en EE.UU. enfrentan una decisión desgarradora: denunciar violencia doméstica y arriesgar su deportación, o callar y seguir expuestos al abuso. (Foto: Getty Images)

El temor a la deportación está silenciando a muchas víctimas de violencia doméstica en Estados Unidos. En un país que se precia de brindar justicia y protección a los más vulnerables, miles de inmigrantes se enfrentan a una decisión desgarradora: denunciar el abuso o arriesgar su permanencia en el país.

La escena se repite una y otra vez: mujeres que sufren violencia en el hogar, hombres acosados o amenazados por sus parejas, padres y madres que soportan agresiones físicas o psicológicas para no poner en riesgo su futuro… Todo esto, en un contexto donde la presencia del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) se ha intensificado peligrosamente cerca de juzgados, refugios y centros de atención a víctimas.

El miedo en los tribunales: cuando acudir por ayuda se convierte en una sentencia

Más del 75% de los profesionales que trabajan con víctimas inmigrantes aseguran que sus clientes temen ser arrestados o deportados si acuden a la policía o al sistema judicial, según organizaciones que defienden los derechos de los migrantes.

Y no es una paranoia infundada. En ciudades como Houston o El Paso, se han documentado casos de personas arrestadas por agentes del ICE justo cuando intentaban acceder a beneficios legales como la visa U, destinada a víctimas de delitos graves.

Una abogada del Centro de Justicia Tahirih relató cómo una de sus clientas fue interceptada en la puerta del tribunal por agentes migratorios. Ella solo intentaba avanzar en su proceso legal. El mensaje que reciben muchas víctimas es claro: “Si buscas ayuda, puedes perderlo todo”.

Miles de inmigrantes en EE.UU. enfrentan una decisión desgarradora: denunciar violencia doméstica y arriesgar su deportación, o callar y seguir expuestos al abuso. (Foto: Getty Images)
Miles de inmigrantes en EE.UU. enfrentan una decisión desgarradora: denunciar violencia doméstica y arriesgar su deportación, o callar y seguir expuestos al abuso. (Foto: Getty Images)
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Abusadores que usan la deportación como arma

Lo más alarmante, según activistas y abogados, es que los agresores están utilizando el miedo al ICE como una herramienta de control. Amenazan con denunciar a sus parejas si intentan abandonar la relación, buscar ayuda o hablar con la policía.

“Mira la televisión, nadie te va a proteger”, le dijo un abusador a su pareja, de acuerdo con reportes de centros de asistencia. El miedo, en muchos casos, se convierte en una prisión más fuerte que las cadenas físicas.

Menos denuncias, más peligro

Desde la revocación de políticas que limitaban la actuación del ICE en albergues para víctimas, la asistencia a estos espacios ha caído hasta un 25%. En El Paso, por ejemplo, la mayoría de quienes llegan a los refugios son madres con hijos pequeños que temen ser separadas de ellos si son arrestadas.

Esto ha generado un preocupante círculo vicioso: menos denuncias implican más impunidad para los abusadores, y las víctimas, al sentirse abandonadas, quedan aún más expuestas al sufrimiento y la violencia.

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