En la víspera de Qatar 2022, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, hizo una promesa a la selección nacional. Si el equipo liderado por Robert Lewandowski conseguía clasificar a la ronda de octavos de final de la Copa del Mundo, todo el plantel iba a recibir una suma de 6 millones 700 mil dólares.
Además del orgullo por representar al país en el Mundial, hubo una motivación extra para todo el conjunto conducido por el entrenador Czeslaw Michniewicz. Entonces, las ‘Águilas Blancas’ saltaron a la cancha para el estreno contra México y sumaron su primer punto por el 0-0 contra el representativo de Concacaf.
Enseguida, los polacos se impusieron a Arabia Saudita y perdieron contra Argentina, para cerrar la primera etapa. Pese a ello, alcanzó para clasificar en el torneo de selecciones. Ya en octavos, el cuadro que tiene de referente a Lewandowski cayó frente a Francia y se despidió de la competición.
A pesar del adiós, Polonia logró su mejor participación en la Copa del Mundo desde la edición en México 1986. Y es que los de UEFA no pudieron superar los grupos en Corea y Japón 2002, Alemania 2006 y Rusia 2018. Solo obtuvieron un triunfo en esos campeonatos, como hace poco, pero no fue suficiente para seguir en carrera.
¿Qué pasó con el premio para Polonia?
Lewandowski y sus compañeros cumplieron con lo acordado en la antesala con el primer ministro de la nación. Sin embargo, los partidos políticos de la oposición a Mateusz Morawiecki filtraron a la prensa el trato entre el funcionario y los deportistas. Acto seguido, hubo un revuelo en todo el país, pues atraviesan por problemas con la economía.
Así las cosas, a Morawiecki no le quedó otra que retroceder e incumplir con la promesa que les hizo a los seleccionados. “Al final, ningún dinero del gobierno se destinará a bonos para jugadores de fútbol”, precisó a través de un comunicado que difundió mediante sus redes sociales.
Aunque, la prensa polaca aseguró que el acuerdo nunca se cristalizó debido a la postura de Lewandowski. El goleador del elenco nacional no quiso repartir los casi 7 millones de dólares con el entrenador Michniewicz ni su cuerpo técnico.