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Las lágrimas de rabia de Christian Cueva y de alivio de Neymar quedan como símbolo de una primera ronda de Rusia 2018 que premió a algunos equipos latinoamericanos que no han jugado bien y castigó a otros que sí lo hicieron.
Las estadísticas dicen que Sudamérica colocó en los octavos de final a cuatro de sus cinco representantes y que la CONCACAF dio un paso atrás al meter solo uno de tres.
Los números, sin embargo, muchas veces son engañosos porque ni Sudamérica estuvo tan bien ni la CONCACAF estuvo tan mal.
De los cuatro equipos sudamericanos que avanzaron a los octavos de final, Uruguay es el único que lo hizo con solvencia, sin mostrar fisuras, ganando todos los puntos en juego.
Brasil también ganó su grupo con un equipo lleno de grandes talentos, que trata de revivir el viejo jogo bonito abandonado hace rato.
La selección verdeamarela cosechó siete puntos en un grupo que incluyó a Suiza, Serbia y Costa Rica, pero dejó algunas dudas. Su victoria 2-0 ante los “ticos” fue con goles en tiempo de descuento y motivó un verdadero ataque de llanto de Neymar.
Los brasileños por lo menos saben a lo que juegan. Los argentinos no.
El novelón argentino llegó a la segunda ronda con un equipo sin una identidad definida, que cambia constantemente de gente y de táctica, tras una agónica victoria 2-1 sobre Nigeria, un empate 1-1 con Islandia y una derrota 3-0 frente a Croacia.
Marcos Rojo, autor del gol de la clasificación sobre Nigeria a cuatro minutos del final, dijo que “el mundial recién empieza para Argentina”. Y ahora enfrentarán a una empinada Francia.
Brasil se topará con un México que es un misterio. Los mexicanos deslumbraron con su triunfo 1-0 sobre el último campeón Alemania. Pero un revés ante Suecia planteó serios interrogantes sobre sus posibilidades de alcanzar los cuartos de final.
Colombia ocupó el primer lugar del Grupo H. No obstante, salvo por la goleada a Polonia, no mostró demasiado y le costará mucho superar su próximo obstáculo: Inglaterra.
La eliminación de Perú fue probablemente la mayor injusticia de la fase inicial y la razón de las lágrimas de Cueva. La Blanquirroja mostró un juego elegante y veloz que deslumbró a todo el mundo.
La suerte de los peruanos quedó sellada cuando perdieron 1-0 con Dinamarca y Francia, en partidos que pudieron tener un desenlace muy distinto. Sobre todo el del debut ante los daneses, en el que Cueva falló un penal.
El propio técnico de Dinamarca Age Hareide reconoció que el triunfo de sus dirigidos fue injusto. "Perú es un equipo estupendo. Tienen un estilo de juego rápido, que respetamos mucho. Merecían más”, dijo.
Costa Rica también dejó buenas sensaciones a pesar de ser eliminado en la primera ronda. En su despedida los ticos dieron un gran susto a Suiza pero se tuvieron que conformar con un empate.
“El primer partido lo perdieron con un tiro libre y tuvieron muchas ocasiones de anotar. El segundo con Brasil en el descuento”, declaró Blerin Dzemaili, autor de uno de los goles suizos ante los ticos.
“Felicito a Costa Rica”, acotó el técnico de Suiza, Vladimir Petkovic. “Mejoraron mucho a lo largo del torneo y nos pusieron en una situación muy difícil”.
Panamá, que debutaba en el mundial, pasó por el torneo sin pena ni gloria, perdiendo sus tres partidos.
