Argentina: ¿Cómo se vive 20 años sin encontrar justicia?

Paola Czyzewski tenía 21 años. Era estudiante de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Aquel 18 de julio de 1994, cuando estalló la bomba, había ido por primera vez a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) para ayudar a su mamá.

Su padre, don Luis, conocía muy bien al fiscal Alberto Nisman. Ambos se habían reunido en innumerables ocasiones en el marco de las investigaciones. En diálogo con El Comercio, Czyzewski detalló que “Nisman era una persona con mucha fuerza, con mucho ímpetu y que tenía realmente la causa AMIA como si fuese un familiar más de las víctimas. Él vivía para la causa, vivía para avanzar en el esclarecimiento”.

Agregó que la pérdida del fiscal Alberto Nisman representa un golpe monumental, pero no la caída definitiva del proceso. “Creo que habrá alguna manera de recomponer todo esto. Nisman trabajaba con alrededor de 50 personas y dentro de su staff debe haber gente con el suficiente conocimiento para seguir avanzando”.

La semana pasada Alberto Nisman generó un terremoto político en Argentina al acusar a la presidenta Cristina Fernandez, al canciller Héctor Timerman y a otro altos funcionarios del gobierno de encubrimiento agravado en la causa AMIA.

“Nisman no era ingenuo y si hizo una denuncia de tal magnitud y peso político era porque tenía pruebas contundentes. A uno ni se le pasa por la cabeza que su denuncia haya carecido de fundamento o tenga pruebas débiles”, afirmó. 

El fiscal Alberto Nisman fue hallado muerto de un balazo en la cabeza en su departamento de Buenos Aires. De acuerdo al informe preliminar de la autopsia, en la muerte no intervinieron terceras personas.  

Czyzewski nunca observó actitudes suicidas en Alberto Nisman. “No daba la impresión de ser una persona que tuviera caídas anímicas o psicológicas, al contrario era como una especie de locomotora lanzada a toda velocidad”.

El 18 de julio de 1994, una camioneta cargada con explosivos estalló frente al edificio de la AMIA matando a 85 personas, entre ellas a Paola Czyzewski. Ocho iraníes, algunos de ellos altos funcionarios del país en el momento del ataque, fueron acusados pero nadie ha sido condenado hasta el momento.

¿Cómo es vivir más de 20 años sin hallar justicia? , le preguntamos. Luis Czyzewski guardó silencio y luego respondió: “Es muy difícil. En mi casa la tragedia nos hizo aprender a vivir de otra manera. Tenemos una mochila que cargamos permanente y aprendimos a vivir de esa manera. La memoria de mi hija, así como la memoria de las otras víctimas, lo único que hace es que potenciemos nuestro reclamo para llegar a saber la verdad”.

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