El terrorista Saifedine Rezgui, que en nombre del Estado Islámico mató el viernes a 38 turistas en Túnez, actuó bajo los efectos de la cocaína, según los resultados preliminares de la autopsia a la que han tenido acceso los diarios británico "Daily Mirror" y "Daily Mail".
Ello explicaría por qué, según los testigos, el terrorista se reía mientras disparaba su fusil AK-47 para asesinar a sus víctimas en una playa tunecina. Y que "olvidara" hacer detonar un explosivo que llevaba adherido al cuerpo y con el que pudo haber causado una tragedia mayor.
"Él se reía mientras disparaba. Cuando terminó y había matado a todos, parecía que no le importaba escapar, él no trató de correr. Estaba sonriendo, estaba feliz", dijo al "Daily Mail" Houssem, trabajador de un hotel.
Las autoridades creen que Saifedine Rezgui estaba demasiado drogado como para accionar dicho detonador, que quedó a pocos centímetros de su mano cuando fue finalmente abatido.
El uso de drogas duras es algo habitual en la yihad, sobre todo en los atentados suicidas. Veteranos de guerra británicos y estadounidenses aseguran haber encontrado frecuentemente anfetaminas, heroína, cocaína y agujas hipodérmicas en los campos de batalla y tras los enfrentamientos con los guerrilleros fedayin de Sadam Hussein y con los miembros de Al Qaeda en Iraq, según el diario español "El Mundo".
Recurrir a sustancias estimulantes antes del combate es también algo habitual entre los miembros de élite del Estado Islámico, porque "ayuda a la yihad", aseguraron los expertos cosultados por el "Daily Mirror".
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CONTINÚAN LAS REDADAS
Cerca de 120 personas han sido detenidas en los últimos días en Túnez por sus presuntos vínculos con el salafismo y el yihadismo, informó hoy el ministro tunecino de Relaciones Constitucionales y Sociedad Civil, Kamel Yendubi.
Además, Yendubi reveló que las fuerzas de seguridad han desarticulado varias presuntas células terroristas como parte de las nuevas medidas impuestas tras el ataque llevado a cabo por Saifedine Rezgui el pasado viernes en el hotel Marhaba Imperial de la ciudad costera de Susa, en el que murieron 38 turistas extranjeros.
El ataque, el más grave sufrido por Túnez en su historia moderna, se produjo cuando Rezgui, de 23 años, se presentó en la playa del citado hotel y abrió fuego contra los turistas.
La policía tardó cerca de treinta minutos en neutralizarlo, tiempo en el que mató a 30 británicos, tres irlandeses, dos alemanes, un portugués, un ruso y un belga.
El presidente de Túnez, Beji Caid Essebsi, admitió que el ataque supuso una sorpresa, ya que estaban preparados para atentados en otros lugares, pero nunca pensaron que podría ocurrir alguno en una playa.
Con información de EFE