Era la gran apuesta de Boeing para revolucionar el mercado de la aviación, el modelo líder de sus ventas... pero acabó en el centro de uno de los mayores escándalos en la historia reciente del sector.
El mayor fabricante de aviones del mundo anunció este lunes que detendrá a partir de enero -y de forma “temporal”- la producción de su problemático 737 MAX, el modelo implicado en dos mortíferos accidentes a finales de 2018 y principios de 2019.
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Y es que aunque la producción de este tipo de aviones nunca se detuvo, desde hace más de nueve meses todos los 737 MAX se encuentran varados en tierra.
Todo comenzó luego de que más de 300 personas murieran cuando dos aeronaves de ese tipo se estrellaron en Indonesia y Etiopía con solo cinco meses de diferencia, tras problemas con una novedosa característica del modelo, según diferentes reportes.
Boeing esperaba que este modelo de avión volviera a los cielos a finales de este año.
Pero las autoridades reguladoras de Estados Unidos dejaron claro que los aviones no serían certificados para volver tan pronto.
“Devolver de forma segura el 737 Max al servicio es nuestra principal prioridad”, indicó la compañía en un comunicado.
“Sabemos que el proceso de aprobación del regreso al servicio del 737 Max, y de determinar los requisitos de capacitación apropiados, debe ser extraordinariamente exhaustivo y sólido, para garantizar que nuestros reguladores, clientes y el público en general confíen en las actualizaciones del 737 Max”, añadió.
El anuncio fue considerado por analistas como una "decisión sin precedentes" y algunos temen que sus efectos negativos alcancen también a los proveedores y a la economía en general.
"Realmente creará un caos para las aerolíneas, así como para las 600 compañías que forman parte de la cadena de suministro del 737-Max y la propia Boeing", indicó el analista de la industria de viajes Henry Harteveldt.
Contratiempos
La semana pasada, una audiencia del Congreso de EE.UU. reveló que los reguladores de la aviación tenían conocimiento de que después del primer accidente reportado en Indonesia en octubre de 2018 había riesgos de que la tragedia se repitiera.
El análisis de la Autoridad Federal de Aviación sugirió que podría haber más de una docena de accidentes durante la vida útil de la aeronave a menos que se hicieran cambios en su diseño.
A pesar de eso, los 737 MAX siguieron volando hasta después del segundo accidente, que tuvo lugar en Etiopía en marzo de 2019.
Desde entonces, Boeing ha estado rediseñando el sistema de control automatizado de la aeronave, que se cree que fue la causa principal de los accidentes.
La suspensión del 737 MAX ya le ha costado a la empresa alrededor de US$9.000 millones y este lunes las acciones de la compañía cayeron más del 4% entre las especulaciones de que anunciaría una suspensión de la producción.
Boeing indicó que tenía en sus almacenes unos 400 aviones 737 MAX y que se centraría en entregarlos a los clientes.
Cuando Boeing presentó el 737 MAX, en diciembre de 2015, lo hizo con bombos y platillos.
Los análisis previos al lanzamiento señalaban que se convertiría en el modelo más vendido en el plazo más corto en la historia de la aviación.
Aunque el 737 MAX era un diseño nuevo, era realmente una generación más avanzada - silenciosa, eficiente, amigable con el medioambiente- del 737 que comenzó a surcar los cielos en 1967.
El fallo
Estados Unidos fue el último país con flotas de 737 MAX en suspender sus vuelos en marzo pasado, luego del accidente aéreo en Etiopía que dejó 157 muertos.
Poco antes, Etiopía, China, Reino Unido, Australia, India y bloques como la Unión Europea habían también prohibido sus vuelos hasta que la propia compañía sugirió mantener toda la flota en tierra.
El avión de Ethiopian Airlines se estrelló solo seis minutos después de despegar, mientras el de Indonesia lo hizo cinco minutos después.
Flightradar24, un servicio de monitoreo de tráfico aéreo, estimó que los aviones registraron problemas en su velocidad y la capacidad para mantener la altitud.
Los documentos revelan que los pilotos de la aerolínea indonesia informaron que el piloto automático se había activado solo para facilitar que el avión se inclinara hacia abajo, lo que provocó que el sistema de advertencia alertara sobre una potencial caída.
Otros dos pilotos de EE.UU. informaron sobre incidentes relacionados con este sensor de "ángulo de ataque" (que hace que la nariz del avión se incline para aumentar la velocidad) y el software conectado al mismo, denominado MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System).
Esa característica, que es nueva en la familia 737 MAX, evita que la aeronave apunte con ángulo demasiado inclinado hacia arriba durante el despegue, lo que podría hacerle perder su sustentación.
Sin embargo, de acuerdo con los documentos presentados ante el Sistema de Informes de Seguridad de la Aviación de EE.UU., el sistema al parecer falla y obliga a un descenso acelerado.
El mecanismo es controlado de forma automática, por lo que varios pilotos han asegurado que es complicado suspender el bloqueo para tomar el control manual de la aeronave.
En los casos reportados en Estados Unidos -que pudieron solucionarse sin incidentes mayores- los pilotos se vieron obligados a intervenir para detener que el avión cayera.