Sao Paulo (EFE)
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que la inversión realizada por su gobierno para organizar el Mundial 2014 en doce sedes será un "beneficio para el pueblo brasileño", y expresó su preocupación por la nacionalización en otros países de jóvenes futbolistas brasileños.
Lo hizo durante un mensaje enviado para la apertura del Congreso 64 de la FIFA que se inició en Sao Paulo, y de la cual no participó.
El mensaje, leído por el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, apunta a defender la actuación gubernamental en la construcción de 12 estadios y en las obras públicas, eje de las criticas de sectores opositores a la realización de la Copa del Mundo 2014.
"Trabajamos mucho para atender las necesidades, construimos 12 estadios de norte a sur para que el Mundial alcanzara a todo el territorio e integrara a nuestra nación. Modernizamos y equipamos al sector servicios y estos serán beneficiofos para el pueblo brasileño", dijo Rousseff en su mensaje ante más de 200 representantes de la FIFA.
Según Rousseff, Brasil trabajó duro en organizar el mundial, un esfuerzo comparable a la voluntad de conquistar su sexta copa.
También la presidenta, en medio de elogios a los cien años de la trayectoria de la selección brasilena, apuntó que es una "procupación" la fuga de talentos. "Nuestras estrellas son disputadas por el mundo, los países los nacionalizan para que jueguen para ellos y eso es una preocupación que mereció la atención del presidente de la FIFA, Joseph Blatter", dijo Rousseff.