Gobernará Donald Trump a punta de tuits? ¿Construirá el muro del oprobio en la frontera con México? ¿Qué hará con Rusia y su amigo Vladimir Putin, a propósito de las últimas sanciones de la administración Obama? ¿Cómo se acercará nuevamente a Israel, país al que ha pedido paciencia “porque ya está por llegar al poder”?
Estas son algunas de las muchas interrogantes que empezarán a ser despejadas en menos de tres semanas, cuando Barack Obama le entregue las llaves de la Casa Blanca y marque el primer hito de este nuevo año.
Para el analista político y económico Alain Zitouni, el 2016 fue el año antiescenario: “Se pusieron a prueba todas las previsiones”. Y muchas o casi todas fallaron. Entre ellas, la de las elecciones en Estados Unidos.
“Para el 2017, la principal hipoteca es Donald Trump, pues resulta difícil saber qué hará o qué dirá”.
En medio de este incierto paisaje, y con el riesgo político como clara fuente de preocupación, los estadounidenses –y acaso el mundo con ellos– se esperanzan en un Trump pragmático que moderará con acciones sus inquietantes promesas de candidato. Lo sabremos desde el viernes 20.
—Tensión en el Viejo Continente—
En Europa, y sobre todo en su institución emblema (la Unión Europea), también andan a la expectativa. Y con serios motivos. Consumado ya el ‘brexit’, la primera potencia militar del continente, Gran Bretaña, está de salida. Otros dos colosos, Francia y Alemania, afrontarán procesos electorales en los que se jugarán tanto el futuro nacional como el de la UE.
Las ventajas y desventajas de la inmigración y la crisis de seguridad frente a los ataques terroristas ocuparán buena parte de la campaña en ambos países, aunque el primer examen será en Holanda.
Allí es donde la extrema derecha –poco afecta a la UE– cuenta con más probabilidades de triunfar y de, eventualmente, tomar el ejemplo británico y buscar la puerta de escape.
En Francia, Marine Le Pen tiene muchas opciones de llegar a la segunda vuelta el 7 de mayo, pero los analistas señalan que sus posibilidades de ser un nuevo Trump son escasas.
No obstante, Yascha Mounk, investigador de la escuela de gobierno de Harvard, lanza la advertencia: “Una cosa es cierta: la elección de Trump prueba que no hay límite natural al crecimiento de los movimientos populistas. Si las personas piensan que es imposible que Le Pen venza, cometen los mismos errores que cometieron aquellos que pensaban que Trump no podía ganar”.
Meses más tarde, Angela Merkel volverá a presentarse ante los electores en Alemania. Aunque la canciller ha capeado mejor que sus vecinos el temporal populista, hoy es innegable que las agrupaciones antiinmigración y antiislam están en alza.
Encima, el fantasma de Rusia parece planear sobre estas justas electorales. Los diarios “Le Monde” y
“The Telegraph” han hecho eco de informes de los servicios secretos alemanes y franceses, según los cuales Moscú intentará desestabilizar las elecciones en ambos países a través de la difusión de noticias falsas, propaganda tendenciosa y ciberataques.
—Elecciones y crisis en América—
Popular y polémico. Dos adjetivos que no se excluyen para describir el gobierno de Rafael Correa en Ecuador, que ya toca a su fin. Aunque el candidato oficialista Lenin Moreno aventaja a sus contendientes, la distancia no sería suficiente para ganar en primera vuelta. En el balotaje, previsto para el 2 de abril, y en que el país ya encadena cuatro trimestres consecutivos de decrecimiento se esperanza la oposición –por ahora fragmentada– para torcer la historia.
Los comicios en Chile asoman aún lejanos. Los sondeos muestran, a más de 10 meses, al ex presidente Sebastián Piñera al frente de las preferencias, y a otro ex mandatario, Ricardo Lagos, en tercer lugar. Entre ambos, el senador independiente Alejandro Guillier. El dato no menor es que, hoy por hoy, este superaría en segunda vuelta a cualquier otro candidato.
Sin elecciones mediante –por ahora–, la atención también deberá estar puesta en Venezuela y Brasil, donde la fortísima crisis económica y las delaciones “del fi n del mundo”, respectivamente, pueden cambiar la historia de un día para otro.
♦Entrevista:
“En la UE hay temor a ciberataques de Rusia”
—Con su equipo nombrado, ¿qué esperar de Trump en los primeros meses?
Trump ha declarado estar abierto al debate de nuevas ideas luego de ganar, pero la duda se mantiene. Por ejemplo, en el tema ambiental ha nombrado a una persona que niega los efectos del cambio climático. Es un pésimo signo.
—¿Y en política exterior?
La nominación de un secretario de Estado muy cercano a Rusia da un indicativo de que adoptaría una posición más conciliadora con Moscú. Veremos qué hace a raíz de las sanciones recién impuestas. Lo mismo con Israel, ya ha nombrado como futuro embajador allí a un ultraderechista.
—¿Con China cómo se avizora la relación?
Más allá de las molestias por el acercamiento con Taiwán, aquí hay que ver si Trump sigue con su discurso anticomercio exterior, es decir, hasta qué punto lo lleva a la práctica. En la medida que China adopte medidas al respecto, habría consecuencias para Estados Unidos.
—En el seno de la UE temen que una amiga de Trump, Marine Le Pen, llegue al poder. ¿Lo ve posible?
El Frente Nacional (FN) ya llegó una vez a la segunda vuelta en Francia [con Jean-Marie Le Pen], aprovechando la división de la izquierda. Ahora podría pasar lo mismo con su hija Marine, pero veo complicado que pueda ganar en el balotaje. Igual el FN tendrá una presencia fuerte.
—¿Por qué le ve pocas chances de victoria final?
Es que el candidato de la derecha clásica, Francois Fillon, va a captar el voto conservador que, sin él, habría ido a Le Pen. Fillon va a recuperar ese voto para la derecha moderada.
—¿La ocurrencia de más actos terroristas no podría cambiar el panorama?
Terrorismo y refugiados serán temas claves en la campaña. Tampoco olvidemos que Francia y Alemania, y en general la UE, temen la intervención de Rusia –bajo la forma de ciberataques– para favorecer a grupos de extrema derecha.
—Pasemos a América Latina. ¿Hasta dónde va a llegar la crisis en Venezuela?
Es claro que seguirá deteriorándose. El régimen no va a permitir el referéndum y aunque ha demostrado tener cierta capacidad de resistencia, veo inevitable una convulsión social debido al tamaño de la crisis. Avizoro, por desgracia, una salida violenta.
— ¿Y Michel Temer completará su mandato en Brasil?
Con tantas confesiones y delaciones de la corrupción, bien podemos decir que el gobierno de Temer está entre paréntesis. Ahí tenemos otro régimen en situación endeble, a lo mejor se llega al adelanto de elecciones.
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