Luego de los ataques del 11 de setiembre de 2001 en Estados Unidos, que dejaron cerca de 3.000 muertos, los controles de seguridad en los aeropuertos estadounidenses se endurecieron y países de todo el mundo adoptaron estos nuevos procedimientos.
Una de las primeras medidas que EE.UU. tomó fue la creación de la Administración de Seguridad de Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) en noviembre de ese año, con el objetivo de fortalecer la seguridad del transporte aéreo.
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Los protocolos adoptados por la TSA fueron replicados en los aeropuertos más importantes del mundo ante el temor de que ocurrieran ataques terroristas similares. Así, la seguridad en la aviación civil cambió radicalmente, desde la identificación de los pasajeros, los controles migratorios y los mismos vuelos.
► Equipajes
Si antes del 11-S ya había quejas por las demoras en los controles aeroportuarios en EE.UU., estas crecieron aún más, pues se implementaron pasos adicionales de verificación. Los oficiales podían ahora pedir descalzarse a los pasajeros, quitarse algunas prendas u obligar que dejen objetos no permitidos en el aeropuerto.
Se prohibieron los líquidos mayores a 100 ml, geles y aerosoles en los equipajes de mano, así como mecheros y objetos punzocortantes, pero con el tiempo algunas aerolíneas y aeropuertos han ablandado estas restricciones.
Desde 2015, una nueva norma europea obliga a los agentes de seguridad de los aeropuertos del viejo continente a inspeccionar de manera específica planchas, secadores, cámaras fotográficas y hasta juguetes a pilas.
Este reglamento europeo se basó en datos que, según la Comisión Europea, demuestran que los terroristas están desarrollando nuevos modos para ocultar artefactos explosivos en los equipajes de mano.
► Puerta blindada en el avión
Los terroristas que estrellaron los aviones contra las Torres Gemelas pudieron acceder a la cabina del avión. Para evitar que esto se repita, la TSA estableció en 2002 de forma obligatoria el uso de puertas blindadas que impidiesen el acceso a esta parte de la aeronave.
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Dos meses después, la Organización Civil de Aviación Civil (ICAO) establece que todos los vuelos internacionales con más de 60 pasajeros deberán hacer lo mismo. También se implementó el uso de monitores y otros dispositivos de audio para alertar de eventual emergencia.
Las puertas de las cabinas ahora permanecen siempre cerradas y solo pueden ser abiertas por dentro. La tecnología que utilizan permite al piloto ver quién está al otro lado a través de unos monitores. La norma –americana y europea- señala que nadie más que los pilotos puede entrar a este espacio.
► Escáner corporal
La polémica se desató en 2007 luego de que la TSA adquiera escáneres corporales, unas máquinas que permitían obtener imágenes realistas de los pasajeros mediante el uso de ondas milimétricas.
Los detractores de estos dispositivos consideraban que su uso constituía un ataque a la privacidad, esto debido a la gran precisión de la máquina que muestra prácticamente el cuerpo desnudo de las personas y, además, almacenaba todas las imágenes recogidas.
Luego del escándalo, la TSA habilitó la regla de exclusión voluntaria, mediante la cual las personas podían decidir si pasaban o no por el escáner corporal. Sin embargo, a fines del 2015 la entidad cambió sus protocolos. Ahora cualquier agente de la TSA puede obligar a las personas que quieran ingresar a EE.UU. a pasar por la inspección.
Pero ahora los escáneres corporales no pueden almacenar ni compartir archivos y muestran imágenes referenciales de cuerpos.
► Preguntas y más preguntas
La TSA evita el embarque de pasajeros que están en la lista de restricción de vuelo (No-Fly List). Se puede entrar a este listado por diversos motivos: crímenes comunes, relación terrorista, etc. “En ocasiones los pasajeros con nombres similares a los registrados en esta lista de vigilancia tienen que pasar por controles adicionales”, detalla el TSA en su web.
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Así, muchos musulmanes, por ejemplo, se han visto obligados a pasar horas de interrogatorios en aeropuertos de EE.UU. debido a que sus nombres eran muy parecidos a los de terroristas buscados. También pasa lo mismo con latinos que coinciden con los rasgos de acusados de narcotráfico.
Sin embargo, “para atender preguntas o investigar reclamos de los pasajeros afectados por los controles adicionales o la lista No-Fly List, existe el Programa de Consultas y Resolución de Problemas del Departamento de Seguridad Nacional”, el cual brinda asesoría a las personas retenidas en los aeropuertos por estos motivos, detalla la TSA.
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