Beijing (EFE). Una niña de tres años que jugaba con un mechero causó un incendio en una fábrica de la provincia meridional china de Cantón en el que murieron 12 personas, anunciaron hoy las autoridades, tras ocho días de investigación.
Según la Administración de Seguridad Laboral provincial, la niña, hija del dueño de la fábrica, prendió unas esponjas almacenadas en el primer piso del edificio, causando un incendio en el que las 12 víctimas murieron asfixiadas y otros trabajadores tuvieron que ser hospitalizados.
El dueño de la fábrica, Zheng Xiaosheng, huyó tras el suceso, ocurrido el 26 de marzo en la localidad de Puning, aunque más tarde se entregó a las fuerzas de seguridad.
La policía dictaminó, además, que la fábrica no tenía los permisos necesarios para operar y no cumplía las directivas de seguridad, por lo que también han sido investigados varios líderes locales para dilucidar si las autoridades conocían esta situación y la permitieron.
Uno de los heridos continúa ingresado en un hospital, mientras que las familias de las 12 víctimas llegaron a un acuerdo para recibir indemnizaciones.