Redacción EC

En una alocución que causó aún más preocupación en el mundo, el director general de la , Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó el lunes que “lo peor está por venir” en torno al brote del , al que denominó “el enemigo público número uno”.

Las palabras del funcionario se dieron en momentos en que algunos gobiernos asiáticos y europeos han reducido gradualmente o han comenzado a relajar sus medidas de “confinamiento”, como cuarentenas, cierres de escuelas y restricciones a las reuniones públicas, con base en una disminución en el crecimiento de casos y en el número de muertes por el virus.

Queremos enfatizar nuevamente que el alivio de las restricciones no es el fin de la epidemia en ningún país. Las llamadas cuarentenas pueden ayudar a aliviar la epidemia en un país, pero no pueden terminarla solos. Los países ahora deben asegurarse de que puedan detectar, probar, aislar y atender cada caso, y rastrear cada contacto", afirmó

Aunque no detalló a qué se refería exactamente al decir que “lo peor” está por venir, Tedros hizo la mención tras afirmar que el COVID-19 “es un demonio contra el que todos deberían luchar" y reiteró que la estrategia que ha adoptado la OMS ante la pandemia está basada en dos componentes: la unidad nacional y la solidaridad global.

"La solución que estamos proponiendo: necesitamos una fuerte unidad nacional. Todos luchando contra este virus, cuidando a sus ciudadanos, cuidando a la gente real. Necesitamos solidaridad global, junto con genuina unidad nacional. Sin unidad nacional ni solidaridad global, créannos, lo peor aún está por venir. Hay que prevenir esta tragedia. Es un virus que mucha gente sigue sin entender”, dijo a la prensa en la sede de la OMS en Ginebra.

Tedros especificó que el discurso político podría alimentar la pandemia, empeorando las condiciones si dentro de las naciones los líderes no trabajan juntos a través de las líneas partidarias y dentro del mundo si no hay solidaridad global.

Asimismo, enfatizó que el virus ha sorprendido incluso a los países desarrollados, en momento en que Latinoamérica y África aún no alcanzan el pico de la enfermedad.

Lo advertimos incluso a los países desarrollados, diciendo que este virus incluso sorprendería a los países desarrollados. Y lo hizo. Dijimos que sorprendería incluso a las naciones ricas. Está registrado. Detengamos sorpresas adicionales. Detengamos la tragedia. Cientos de miles están muriendo ahora, es grave. Incluso una vida es preciosa. Digamos ya es suficiente”, sentenció.

Además, en su última estrategia publicada el 15 de abril la OMS ha establecido seis requisitos necesarios para aliviar las restricciones (de contacto social y movilidad) impuestas en los países. Estos son: la transmisión de la enfermedad debe estar controlada, el sistema de salud debe poder permitir que todos los ciudadanos que lo necesite se haga los análisis y puedan ser cuidado, el riesgo en hospitales y hogares de ancianos debe ser mínimo, los lugares de trabajo deben reducir el riesgo de contagio, seguimiento de los casos importados de la enfermedad y, finalmente, que todos los ciudadanos estén comprometidos y contribuyan con la lucha ante la pandemia.

El panorama en África y América Latina

En medio del debate sobre lo que aún queda por esperar de la enfermedad, Tedros y otros expertos han señalado a la futura propagación de la enfermedad en África como una de las mayores preocupaciones. Asimismo, el avance actual de virus en América Latina también representa un desafío internacional.

En ambas regiones los sistemas de salud están mucho menos desarrollados que en otras partes del mundo.

Según los últimos reportes, los casos en América Latina continúan creciendo más rápido que otras regiones y superaron los 100.000 en las últimas 24 horas.

Este martes, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó que la pandemia conducirá a la peor contracción económica que haya sufrido la región, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 5,3% en 2020.

Por otra parte, con 1.000 muertos entre cerca de 20.000 casos, África es junto con Oceanía uno de los continentes menos golpeados por la pandemia, aunque es posible que las cifras sean subestimadas debido a una falta de pruebas.

Varios gobiernos del continente tomaron rápidamente medidas de confinamiento de la población, aunque éstas son a menudo difíciles de aplicar.

No obstante, algunos dirigentes africanos siguen cuestionando el peligro que implica el nuevo coronavirus, como el presidente de Tanzania, John Magufuli, que pidió a sus ciudadanos ponerse en manos de Dios y seguir trabajando normalmente.

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¿Qué es el coronavirus?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus COVID-19. Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.

Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.

¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?

Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.

Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).

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