Milagros Asto Sánchez

Si todo hubiera salido como lo planearon, los prometidos Stephani Ccallo y Christian Van Soest seguirían ahora en su acogedor departamento en Cusco, esbozando ideas para el hostal de turistas que soñaban con abrir en la Ciudad Imperial y disfrutando juntos de sus siete meses de embarazo. En cambio, la pandemia y miles de kilómetros los separan. Por varios meses han soportado vivir su amor y hablar del futuro de su primera hija a través de una pantalla. Pero ya están hartos.