La Habana. Cuba consideró un primer paso las flexibilizaciones aprobadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que entraron en vigor este viernes, pero dijo que aún falta mucho para desmontar las sanciones impuestas a lo largo de cinco décadas.
Comentarios realizados por la oficial Agencia de Información Nacional y publicados en Granma, el Órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, fueron las primeras reacciones por parte de la isla a las medidas anunciadas por Obama y que constituyen la más amplia flexibilización por parte de Washington desde la década del 60.
"Una lectura preliminar de las regulaciones emitidas por los departamentos del Tesoro y Comercio indican que éstas modifican la aplicación de algunos aspectos del bloqueo contra Cuba", expresó la nota.
Las medidas permiten más viajes de estadounidenses a la isla antes prohibidos so pena de fuertes multas, el uso de tarjetas de crédito y débito, autoriza a las líneas aéreas realizar vuelos y contratar servicios y levanta el volumen de las remesas trimestrales que familiares pueden enviar a la nación caribeña de 500 a 2.000 dólares.
Además permite a los visitantes de Estados Unidos llevar productos cubanos y recuerdos y la exportación desde el vecino país de materiales de la construcción, insumos y tecnología.
Pese a que las medidas constituyen la implementación práctica de un histórico y muy publicitado anuncio realizado por los mandatarios Raúl Castro y Obama para normalizar las relaciones binacionales, ningún funcionario hizo comentarios sobre ellas. Los medios de comunicación local se hicieron también poco eco de la su entrada en vigor.
"Las medidas anunciadas constituyen un paso en la dirección correcta, pero aún queda un largo camino que recorrer para desmontar muchos otros aspectos del bloqueo económico, comercial y financiero mediante el uso de las prerrogativas ejecutivas del presidente y para que el Congreso de Estados Unidos ponga fin a esta política de una vez", indicó la Agencia.
Castro y Obama decidieron tender un puente tras cinco décadas de hostilidades que empezaron tras el triunfo de la revolución cubana encabezada por el exmandatario Fidel Castro en 1959.
El entramado de sanciones impuesto por Washington impedía a Cuba obtener productos norteamericanos -salvo alimentos-, tener acceso al crédito o vender sus productos en ese país. También sancionaba a los empresarios de otros países que comerciaran con la isla.
Según el texto de la Agencia "continúan prohibidas las exportaciones de productos cubanos al mercado estadounidense" con excepción de los 400 dólares en recuerdos que pueden llevar los visitantes que regresen a la vecina nación.
"Las telecomunicaciones fueron abordadas con amplitud en las regulaciones, en correspondencia con los objetivos de la política de Estados Unidos de tratar de incrementar su influencia en la sociedad cubana. Sobre esta base, al sector de las infocomunicaciones es al único que se le autoriza hacer inversiones en infraestructura y vender a empresas del Estado servicios", expresó la Agencia.
Pero agregó que "aspectos medulares de la política de bloqueo que afectan a Cuba no fueron modificados".
Fuente: AP