Raphael Singer tiene 45 años. Estudió historia y relaciones internacionales. Antes de llegar a Lima como embajador, cumplió las mismas funciones en Luanda, Angola. Lleva poco más de dos meses en el Perú. Aquí nos habla de su vida, lo que piensa de nuestro país y lanza duras críticas contra las resoluciones palestinas dictadas desde la ONU. Esta es su historia.
► SU VIDA
¿Cómo decidió dedicarse a la vida diplomática?
Desde que estaba en el colegio me fascinó conocer otros países, culturas, y descubrir qué tenemos en común, que es la base de la diplomacia. Si bien tenemos diferentes opiniones, religiones o culinarias, también hay puntos en común como la parte humana, y con eso trabajamos.
¿Cuántos años tiene en el cargo de embajador?
Mi primera vez como embajador fue en Angola, donde estuve tres años. Ahora estoy aquí.
¿Conocía el Perú antes de llegar como embajador?
Sí, pero de una manera muy superficial. Fui a Cusco hace 15 años para hacer turismo. En 2012, estuve dos días en Lima por trabajo, pero no pude conocer mucho. Esta vez, en el poco tiempo que llevo acá, ya empecé a conocer un poco más el centro, los mercados, etc.
¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de Lima?
Siento que a pesar de que Lima es una ciudad de muchos años de historia, ahora hay un sentimiento de innovación en los negocios. Como en el caso de la feria Mistura, que vende tradición pero con una visión muy nueva.
¿Hay algo que no le guste?
Por ahora, no. Todo el mundo acá ha sido muy amable. Tengo un hijo pequeño que ya anda en el parque y ahí hacemos amigos muy rápido. Mi esposa hizo amistades mucho más rápido que yo (risas). Las personas acá son muy abiertas.
¿Es difícil ser embajador?
Cualquier cargo que involucre responsabilidades tiene dificultades. A nivel personal, trabajamos lejos de nuestro país y de nuestras familias. A nivel profesional, tratamos con personas de otros idiomas y costumbres. Todo eso hay que saber entenderlo. Además, el hecho de que Israel siempre esté en el foco internacional también nos coloca una carga de trabajo. La realidad del Medio Oriente no es una cosa fácil de entender, incluso nosotros mismos no entendemos todo.
¿Entonces ser embajador de Israel es aún más complicado?
Yo creo que sí. Usted ya vio la seguridad que hay para entrar a esta embajada. Eso es parte de las lecciones que Israel aprendió hace muchos años por el terrorismo y que el mundo recién está aprendiendo. Otra de las dificultades también es presentarle al mundo que la realidad dentro de Israel es muy diferente de lo que algunas personas dicen en los medios de comunicación.
Vista general de Jerusalén. (Foto: AFP)
►RELACIONES PERÚ - ISRAEL
¿Qué comparten el Perú e Israel?
Tenemos en común todo el tema de la agricultura en zonas desérticas o semiáridas. Ambos países tienen experiencia en el tema de irrigación, en manejo de agua. En cuanto a turismo, la presencia israelí es muy fuerte en el Perú. Incluso en Cusco ya hay restaurantes con menú en hebraico. También tenemos varias empresas de Israel trabajando en el Perú. Se trata de firmas de tecnología, energía, seguridad, telecomunicaciones y salud.
¿Qué le ofrece el Perú a Israel?
Mucho. Hay cultura fascinante aquí. Los israelíes siempre buscan, primero, nuevos destinos a viajar y también nuevas culturas que conocer. También queremos ver en Israel más presencia de cultura y culinaria peruana.
¿Qué podría replicar Israel del Perú?
Podemos aprender un poco la amabilidad de la gente. Acá los extranjeros somos muy bien tratados.
¿Qué podría replicar el Perú de Israel?
Tenemos algunos modelos sobre apoyo a las microempresas. Ayudamos a que las personas crezcan con sus ideas de negocio… Por eso Israel es una ‘Start-up Nation’, porque pone mucho énfasis en ayudar a esos innovadores jóvenes para que sigan adelante.
¿Se trata de ayuda económica?
No solamente de eso. Se trata también de apoyarlos en medio de las caídas. Si caes una y otra vez, no importa, te apoyaremos porque finalmente aprenderás y saldrás adelante. Esto también es parte de la historia de Israel, que creció en situación de guerra, aislado política y militarmente… 68 años después somos un país de primer mundo. Eso es parte del carácter único que tenemos.
Ollanta Humala y el fallecido Shimon Peres en un encuentro en Jerusalén en febrero de 2014. (AFP)
►EL MURO DE LOS LAMENTOS Y LA ONU
¿Qué opina sobre la resolución de la Unesco que niega todo vínculo entre el judaísmo y el Muro de los Lamentos?
Es una cosa vergonzosa y absurda. No puede ser que países de Medio Oriente, que tienen todo su patrimonio destruido, digan que los murales de Jerusalén están bajo peligro por el contacto con los judíos. Jerusalén tiene 3.000 años de historia y la única vez que todas las religiones han tenido acceso libre a ella ha sido bajo el control de Israel. Entonces decir que Israel está amenazando lugares sagrados, es una vergüenza. [Lee también: Resolución que ignora los vínculos judíos con el Muro de los Lamentos]
¿Por qué cree que se dio esta resolución?
Esa resolución hace parte de la política de los países árabes y palestinos para deslegitimizar a Israel. En vez de hablar en una misma mesa y negociar todos nuestros problemas, ellos prefieren actuar en ambientes internacionales en los que se vota en bloque por política de intereses. Sin embargo, eso no dará ningún resultado positivo para los palestinos.
¿Habrá alguna acción en concreto tras esta resolución de la Unesco?
Para nosotros es un papel que será archivado. Será otra de las resoluciones que no tiene ninguna importancia. Eso de Jerusalén nos tocó el corazón, pero en la práctica no vale nada.
¿Considera que hay una obsesión contra Israel en la ONU?
Sí, claro, desde siempre. Los países árabes tienen una mayoría automática: son 23 países árabes más 50 países musulmanes. Muchos de ellos tienen relaciones muy buenas con Israel, pero en la ONU votan en bloque, por eso Israel siempre va a perder. Los palestinos piensan que a través de esos votos van a conseguir algo, pero es un error porque la historia lo demuestra. La paz entre Israel y Egipto se logró cuando nuestras autoridades se sentaron y negociaron, lo mismo pasó con Jordania. La paz no se logró a través de la decisión de ninguna organización internacional en la que todo el mundo va a Nueva York, a hoteles de cinco estrellas, a hacer shopping; donde se vota y no vale nada.
El muro es considerado un lugar sagrado por los judíos. (Foto: AFP)