Washington/San Juan. La tormenta tropical "Erika" dejó al menos 35 muertos en Dominica y tenía previsto impactar más tarde en República Dominicana. Las autoridades estadounidenses declararon hoy el estado de emergencia en el sur de Florida ante la inminente llegada del fenómeno atmosférico.


La tormenta provocó deslizamientos de tierra en la aldea de Petite Savanne, en Dominica, que dejaron 27 muertos, mientras que otras ocho personas fallecieron en otras partes de la isla caribeña, informó el diario local "The Dominican".

Esta fue la mayor cifra de víctimas provocadas por una tormenta desde que en 1979 el huracán "David" dejó 32 muertos.

"Erika" provocó grandes daños en Dominica, dijo el primer ministro Roosevelt Skerrit a CNN. En la pequeña isla del este del Caribe se inundaron numerosas rutas y aldeas.

La cifra de muertos y desaparecidos en Dominica no es todavía definitiva, ya que los equipos de rescate solo pudieron acceder hoy a áreas aisladas del pequeño territorio caribeño, de poco más de 750 kilómetros cuadrados y 72.000 habitantes situado en el extremo este del Caribe, entre Guadalupe y Martinica.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense emitió un alerta de tormenta tropical para República Dominicana, Haití, Bahamas y las Islas Turcas y Caicos, además de instar a los residentes de Cuba y Florida a que estén atentos a la evolución de "Erika".

Con vientos de 85 kilómetros por hora, se espera que la tormenta azote este viernes República Dominicana y Haití, antes de dirigirse a Bahamas el sábado y a Florida el lunes.

El NHC advirtió sobre las inundaciones y deslizamientos de tierra que podrían provocar las fuertes lluvias en República Dominicana, Haití, las Islas Turcas y Caicos y Bahamas.

El gobernador de Florida, Rick Scott, declaró la emergencia para liberar los recursos que permitan prepararse para la llegada de "Erika".

"Estaremos listos para esto", señaló a CNN, y advirtió que la tormenta tiene previsto avanzar hacia el norte por la mitad del estado. Además, instó a los residentes a estar preparados para su llegada.

La tormenta tropical finalmente no impactó directamente en Puerto Rico, pero sus vientos se sintieron en buena parte del territorio y provocaron la caída de árboles y postes del tendido eléctrico.

Se reportaron además fuertes pérdidas en el sector agrícola, aunque aún no se realizó el inventario requerido para hacer un estimado real.

La lluvia que dejó el ciclón, que era lo que más esperaban los puertorriqueños que sufren una larga y severa sequía, no fue la cantidad deseada.

De todas formas aportó al crecimiento de los depósitos en los dos embalses más críticos del país, lo que podría llevar a flexibilizar el régimen de racionamiento del servicio de agua al que están sujeta la mayoría de residentes de la zona este de Puerto Rico.

Fuente: DPA

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