La noticia sobre el proceso en contra del exembajador de Hungría en el Perú, Gabor Kaleta, quien enfrenta cargos por pedofilia tras hallar 19 mil archivos de pornografía infantil en su computadora, ha generado el rechazo y la condena de la opinión pública, además de diferentes agrupaciones políticas del país europeo.
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Sin embargo, el de Kaleta es apenas un nombre más que se agrega a la vergonzosa lista de funcionarios gubernamentales que han estado envueltos en escándalos de pedofilia en el mundo.
En el 2018, el diario británico The Sun divulgó un documento escrito por Andrew MacLeod, exjefe de ayuda humanitaria de la ONU en países como Pakistán, Ruanda o los Balcanes, en el que denunciaba una red de pedofilia dentro del organismo que involucraba a cerca de 3.300 funcionarios.
Según la denuncia de MacLeod, los agentes humanitarios habrían perpetrado 60 mil violaciones durante 10 años. Además, agregó que otras personas que habían intentado denunciar estos casos habían sido despedidas.
“Hay decenas de miles de agentes humanitarios en todo el mundo con tendencias pedófilas. Pero si usas una camiseta de Unicef, nadie te preguntará qué estás haciendo. Tienes impunidad y puedes hacer lo que quieras. Es endémico en el sector de la ayuda humanitaria en todo el mundo”, escribió MacLeod.
Dos años antes, en el 2016, el Servicio Secreto de Estados Unidos admitió haber hallado cantidades “increíbles” de pornografía infantil en computadoras de funcionarios gubernamentales.
Según informó en ese momento la oficina dependiente del Pentágono, durante los últimos tres años agencias que iban desde el Servicio Postal hasta la Administración Federal de Carreteras registraron 40 denuncias de empleados o contratistas del Gobierno que abrieron material pornográfico infantil utilizando recursos del Estado.
Oficiales federales y expertos en ciberseguridad detallaron en ese momento a diferentes medios que, además de lo condenable de mantener este tipo de manterial, la posesión de pornografía infantil en funcionarios públicos incrementaba las posibilidades de ser extorsionados o hackeados por agentes extranjeros.
En mayo del 2015, la policía británica dio inicio a la “Operación Hydrant”, donde identificó a 1.433 sospechosos de pedofilia. La lista incluía a 76 políticos de diferentes rangos, 178 celebridades de la industria del espectáculo y 7 deportistas famosos.
Pese a haber fallecido diez años antes de eso, las sospechas de abusos a menores por parte del exprimer ministro Edward Heath resurgieron. Puntualmente, en el 2015, la oficina de control interno de la policía británica ordenó investigar por qué las autoridades no investigaron las acusaciones que pesaban sobre Heath en la década de 1990 en Wiltshire.
En el 2008, el exjefe de la misión de la CIA en Argelia fue sentenciado a más de 5 años en una prisión federal tras ser hallado culpable de drogar y violar a una mujer musulmana, y descubrir pornografía infantil en su computadora.
Ese mismo año, un funcionario del Servicio Exterior estadounidense fue sentenciado a 20 años en prisión por posesión de pornografía infantil y tras admitir que grababa sus encuentros sexuales con niñas cuando cumplía su labor como funcionario consular.
En el 2002, un exagente especial de la Oficina de Seguridad Diplomática ya había sido sentenciado a 7 años de prisión tras hallar más de 30 mil imágenes de pornografía infantil en la computadora de su casa.