José Francisco, de 65 años, compró gasolina para su motocicleta privada. (Foto: Reuters)
Las imágenes que dejan la falta de combustible en Brasil
Redacción EC

Una huelga de petroleros abrió el miércoles un nuevo frente de conflictos en , sumido en una crisis que desbordó al impopular gobierno de y obligó a la presidenta de la corte suprema a rebatir cuestionamientos del sistema democrático.

La huelga del sector petrolero, de 72 horas, se produce en momentos en que la mayor economía latinoamericana sale lentamente de un paro de camioneros que durante más de una semana provocó desabastecimiento de carburantes, insumos y alimentos.

La protesta desafía un fallo de la justicia laboral, que la tildó de abusiva y amenazó con penalizar a los sindicatos que la convocaron con multas de 500.000 reales (USD 135.000) por cada día de paro.

Unos 15.000 de los 30.000 trabajadores sindicalizados participaban en el movimiento, que afectaba una decena de refinerías y varias plantas de Petrobras en doce estados, indicó a la AFP la Federación Única de Petroleros (FUP).

La movilización busca la disminución de los precios del gas de cocina y de los combustibles, exige la renuncia del presidente de Petrobras, Pedro Parente, y el fin de la venta de activos de la estatal, impulsada por Temer desde que asumió el poder en 2016 tras el impeachment de la izquierdista Dilma Rousseff.

La FUP afirma que esta huelga es solo "advertencia" y que no agravará el desabstecimiento del país, porque las refinerías están bien surtidas. Pero que si no alcanza sus objetivos puede llamar a ua huelga por tiempo indeterminado a mediados de junio.

"¡Defender a Petrobras es defender a Brasil!", gritaban un centenar de sindicalistas con su uniforme naranja frente a la refinería de Duque de Caxias, en las afueras de Río de Janeiro.

"Los petroleros estamos en lucha en defensa de Petrobras y contra este desmonte que están haciendo Pedro Parente y Michel Temer", dijo Tezeu Bezerra, coordinador de Sindipetro Norte Fluminense de Río.

La movilización de los petroleros echa más leña al fuego en un Brasil que empieza a normalizar la distribución de alimentos y gasolina tras la huelga de camioneros contra los altos precios del diésel.

La crisis se produce a casi cuatro meses de las elecciones generales, que se presentan como las más inciertas desde el retorno de la democracia en 1985.

--- A los puños por combustible ---

Aunque la distribución de combustible ha estado garantizada estos días para servicios básicos como transporte público, ambulancias o policía, apenas empezaba a normalizarse para el público general este martes.

En una estación céntrica, la policía tuvo que intervenir para parar una pelea entre motoristas después de que uno fuera acusado de haberse saltado la fila, pudo constatar una periodista de la AFP.

"Hay una fila enorme, yo estoy esperando por más de tres horas... Son muy pocas gasolineras surtidas y por eso se genera todo este caos", explicaba Joao Carlos Coelho, un agente de seguridad de 53 años.

Escenas parecidas se reprodujeron en varios puntos del país, con personas haciendo filas kilométricas incluso con simples contenedores de plástico en la mano.

Fuente: AFP / Reuters

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