Los servicios secretos de Estados Unidos y de Turquía creen que el príncipe heredero Mohammed bin Salman ordenó el asesinato de Jamal Khashoggi. (Photo by Jim WATSON / AFP).
Los servicios secretos de Estados Unidos y de Turquía creen que el príncipe heredero Mohammed bin Salman ordenó el asesinato de Jamal Khashoggi. (Photo by Jim WATSON / AFP).
/ JIM WATSON
Redacción EC

La pena de muerte vuelve a llamar la atención mundial luego de que la justicia de condenara a la pena capital a cinco personas que participaron en el asesinato del periodista , crimen ocurrido en octubre del 2018 en el consulado saudita en Estambul.

Jamal Khashoggi, de 59 años, era residente de Estados Unidos y crítico del príncipe heredero Mohammed bin Salman. Se le vio por última vez en el consulado saudí en Estambul el 2 de octubre del 2018, adonde fue a buscar unos documentos antes de su boda. Nunca más salió.

Una vigilia por el periodista Jamal Khashoggi afuera del consulado de Arabia Saudita en Estambul el 25 de octubre del 2018. (REUTERS / Osman Orsal / File Photo).
Una vigilia por el periodista Jamal Khashoggi afuera del consulado de Arabia Saudita en Estambul el 25 de octubre del 2018. (REUTERS / Osman Orsal / File Photo).
/ Osman Orsal

De acuerdo con las autoridades turcas y el espionaje estadounidense, el periodista fue estrangulado y descuartizado por un equipo de 15 hombres llegados desde Riad. Sus restos nunca fueron hallados.

La CIA y algunos gobiernos de Occidente han dicho que creen que el príncipe heredero ordenó el asesinato, pero funcionarios sauditas aseguran que no tuvo ninguna participación.

Durante el juicio secreto realizado en Riad, se procesó a once sospechosos sauditas por la muerte de Khashoggi, pero solo cinco fueron condenados a muerte.

Precisamente la justicia absolvió a Saud al Qahtani, consejero del príncipe heredero Mohammed bin Salmán, y el número dos de los servicios de inteligencia, el general Ahmed al Assiri, considerados los dos sospechosos principales del crimen.

El general Assiri era sospechoso de haber supervisado el asesinato de Khashoggi y de haber sido aconsejado por Saud al Qahtani.

Los implicados en el crimen de Khashoggi según las autoridades turcas. (Photo by - / Sabah Newspaper / AFP).
Los implicados en el crimen de Khashoggi según las autoridades turcas. (Photo by - / Sabah Newspaper / AFP).
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La pena capital en el mundo

De acuerdo con Amnistía Internacional, Arabia Saudita está entre los países donde se da la mayoría de ejecuciones, junto con China, Irán, Vietnam e Irak.

En su informe del 2018, la ONG registró al menos 690 ejecuciones en 20 países, lo que supuso un descenso del 31% con respecto al año 2017, en el que se registraron al menos 993 ejecuciones. Se trata del número más bajo de ejecuciones registradas por Amnistía Internacional durante los últimos 10 años.

Amnistía sostiene que en algunos países puede imponerse la pena de muerte por delitos relacionados con las drogas, mientras que en otros se reserva para los actos de terrorismo y asesinatos.

Hay países que ejecutaron a personas que tenían menos de 18 años en el momento de cometerse el delito. Así, desde 1990, Amnistía Internacional ha documentado en 10 países 145 ejecuciones de personas que eran menores de edad en el momento del delito: Arabia Saudita, China, Estados Unidos, Irán, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, Sudán, Sudán del Sur y Yemen.

En Irán, las ejecuciones de personas menores de edad en el momento del delito duplican con creces el número la suma esas ejecuciones en los restantes nueve países. En el 2018, esa cifra ascendía en Irán a al menos 97 ejecuciones desde 1990.

Otros países aplican la pena capital a personas con discapacidades psíquicas e intelectuales; y otros la aplican en el contexto de juicios sin las debidas garantías, vulnerando las normas y el derecho internacional.

Los métodos que usan los países para llevar adelante una ejecución son diversos, van desde la decapitación, la electrocución, el ahorcamiento, la inyección letal hasta el uso de armas de fuego.

En estados Unidos se suele aplicar la inyección letal. (AP Photo/Sue Ogrocki, File).
En estados Unidos se suele aplicar la inyección letal. (AP Photo/Sue Ogrocki, File).
/ Sue Ogrocki

China sigue siendo el mayor ejecutor del mundo, aunque se desconoce la verdadera magnitud del empleo de la pena de muerte debido al secretismo gubernamental. En la cifra global del 2018 de al menos 690 ejecuciones no se incluyen los miles de ajusticiamientos que, se cree, tuvieron lugar en China.

Excluyendo a China, el 78% de las ejecuciones registradas se produjeron en solo cuatro países: Arabia Saudita, Irak, Irán y Vietnam, según la ONG.

Amnistía Internacional registró, al menos, 2.531 condenas a muerte nuevas en 54 países en 2018, lo que supuso un ligero descenso con respecto a las 2.591 del 2017. Se tenía constancia de que al finalizar el 2018 había en todo el mundo al menos 19.336 personas condenadas a muerte.

Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte porque considera que es irreversible y se cometen errores, no disuade contra el crimen, suele emplearse en sistemas de justicia poco imparciales y es discriminatoria.

Amnistía pone a Estados Unidos como ejemplo de que la justicia puede cometer errores, pues desde 1973 más de 160 personas condenadas a muerte en ese país fueron posteriormente exoneradas o liberadas tras haberse demostrado su inocencia.

AFP.
AFP.

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