Buenos Aires. La justicia de Argentina condenó este miércoles a 5 años y 8 meses de prisión al ex ministro de Transporte Julio De Vido en el proceso por un accidente ferroviario que en el 2012 causó la muerte de 51 personas, informó el tribunal.
El ex ministro fue hallado culpable del cargo de defraudación contra la administración pública, pero fue absuelto de la acusación de estrago culposo.
De Vido, quien también se desempeñó como ministro de Planificación durante el gobierno de Cristina Kirchner (2007-2015), ya se encontraba bajo detención preventiva por otras causas de corrupción.
Esta es la primera condena a De Vido e implica también su inhabilitación política. El fallo puede ser apelado.
El ex ministro sostuvo este miércoles en sus últimos alegatos desde la cárcel, que es víctima de "persecución política, mediática y judicial" y que su condena fue "una decisión política del presidente (Mauricio) Macri".
Paolo Menghini, padre de Lucas, una de las víctimas del accidente, se declaró satisfecho con el fallo y anunció que apelarán la absolución del cargo de estrago culposo.
"Es una condena ejemplar. Un fallo histórico. Estamos satisfechos. Somos padres, hermanos, viudos, viudas. Hoy, con De Vido condenado, Argentina es un país mejor", dijo Menghini a la prensa a la salida del tribunal.
El caso de Lucas Menghini, un músico de 20 años, fue uno de los más dramáticos. Dos días después del accidente, perros entrenados descubrieron el cuerpo sin vida del joven aplastado entre los hierros de dos vagones.
Los familiares denunciaron negligencia en la labor de los rescatistas. La mayoría de los pasajeros eran trabajadores que se dirigían a Buenos Aires desde la periferia de la capital.
La justicia ya había condenado en diciembre del 2015 a dos ex secretarios de Estado de Transporte con penas de seis y ocho años de prisión.
También en aquel momento fue condenado el concesionario de Trenes de Buenos Aires (TBA) Claudio Cirigliano, que recibió una pena de nueve años de cárcel.
- Trágico accidente -
El accidente ocurrió el 22 de febrero de 2012 cuando un tren de pasajeros se estrelló contra el muro de contención en el final del anden en la terminal de Once de la capital argentina.
El accidente causó 51 muertos, entre ellos una mujer embarazada, y 789 heridos. El tren de la línea Sarmiento llevaba 1.200 pasajeros.
El hecho causó tal conmoción que la entonces presidenta Cristina Kirchner decidió volver a estatizar y modernizar el servicio de ferrocarriles.
Los servicios de ferrocarriles habían sido privatizados en la década de los años 1990 por el gobierno de Carlos Menem (1989-99).
El accidente ferroviario fue el tercero más grave de la historia argentina por la cantidad de víctimas. La línea Sarmiento de ferrocarriles transporta medio millón de personas cada día.
Fuente: AFP