Moscú. María Butina, una rusa condenada en Estados Unidos por intentar infiltrarse en los círculos políticos estadounidenses, aterrizó en Moscú el sábado, según periodistas de la AFP en el lugar.
Liberada la víspera de la prisión de Tallahassee, capital administrativa de Florida, Maria Butina partió de Miami y aterrizó en el aeropuerto moscovita de Sheremetyevo.
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“Estoy muy contenta de volver a casa. Estoy muy agradecida a todos los que me apoyaron, a los ciudadanos rusos que me ayudaron y escribieron cartas”, declaró a su llegada, conmovida, a los periodistas reunidos en el aeropuerto.
“Muchas gracias al Ministerio de Relaciones Exteriores y a los diplomáticos que lucharon por mí todos los días”, añadió, con los brazos llenos de flores y acompañada por su padre y por la portavoz de la diplomacia rusa María Zakharova.
Butina, detenida en julio de 2018, es la única ciudadana rusa que ha sido condenada por injerencia en la política interna estadounidense, aunque su papel parece haber sido limitado.
Había establecido vínculos con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), un poderoso cabildero de armas de fuego de Estados Unidos y muy cercano al Partido Republicano. Para ello, se había servido de su propia organización rusa de defensa del porte de armas. Sus contactos con la NRA le permitieron acercarse a Donald Trump durante la campaña presidencial de 2016.
Maria Butina, que siempre defendió su inocencia, había sido condenada a 18 meses de prisión en abril, de los prácticamente cumplió la mitad.
Fue acusada de “conspiración” para “promover los intereses de Rusia”, pero su condena se refiere únicamente a la falta de inscripción como agente extranjero, requisito de la legislación estadounidense.
Según la Fiscalía estadounidense, la presunta espía rusa tejió una red de influyentes contactos en EE.UU. para beneficiar al Kremlin en una operación que inició en marzo de 2015 y que finalizó en julio de 2018, cuando fue arrestada.
Como parte del acuerdo alcanzado con la fiscalía, Butina aportó información sobre su expareja, el asesor del Partido Republicano estadounidense Paul Erickson.
Butina reconoció, además, haber establecido una relación con un estadounidense, para lo que se sirvió de la herramienta de traducción de Google, con el objetivo de presentarle una “propuesta de proyecto” de cara a las elecciones de 2016.
Estados Unidos acepta que los ciudadanos estadounidenses y extranjeros trabajen en favor de otro país, siempre y cuando estén debidamente registrados como agentes, algo que Butina nunca hizo.
Fuente: AFP / EFE