Como muchos mexicanos, Pedro Kumamoto ya no cree en los partidos políticos pero, a sus 25 años, con un presupuesto de apenas 14.000 dólares y sirviéndose de Internet, este joven de ascendencia japonesa logró hacer historia convirtiéndose en el primer diputado independiente del Congreso de Jalisco, México.
La victoria de Kumamoto sobresalió de entre los resultados de las elecciones intermedias del domingo por ser la única lograda por un ciudadano genuinamente independiente, sin afiliación partidista previa, y con escasos medios. Algunos analistas incluso apuntan que su ejemplo podría convertirse en un modelo para los muchos mexicanos disgustados de la política tradicional.
"No se trata de mí, no es una candidatura de una personalidad, es una candidatura que se ha hecho a través de movimientos sociales, por la indignación que hay hacia la política institucionalizada de los partidos, que no han funcionado de forma correcta", dijo el joven de ojos rasgados y amplia sonrisa.
Igual que Kumamoto, al menos otros cinco independientes triunfaron en estas elecciones legislativas y locales, las primeras en las que se permitieron candidaturas sin partidos gracias a una reforma instaurada en 2014.
Jaime Rodríguez "El Bronco" fue la gran figura de esta mini-revolución mexicana al convertirse en el primer gobernador independiente al frente del rico estado de Nuevo León (noreste), mientras que Manuel Clouthier, de Sinaloa (noroeste), será también el primer diputado federal sin afiliación partidista.
Pero tanto "El Bronco" como Clouthier han pertenecido durante años a la estirpe política mexicana: Rodríguez militó más de tres décadas en el partido oficialista PRI, mientras que Clouthier fue diputado por el conservador PAN y es heredero de la sobresaliente carrera política de su padre, excandidato presidencial por ese partido.
-Sin plata pero con entusiasmo-
Mientras el flamante gobernador y el nuevo diputado federal jugaron las cartas de la experiencia y los buenos contactos, Kumamoto era un completo desconocido y del Estado sólo recibió 18.600 pesos (US$ 1.100), el presupuesto que corresponde a un independiente frente a montos mucho mayores para candidatos con partido.
Para llevar adelante su austera campaña, la gente le donó desde dinero -con un monto máximo preestablecido de 7.000 pesos (US$ 450 dólares) que al final sumó unos US$ 13.000- hasta bloqueadores solares, botellas de agua y cajas de manzanas para que él y sus seguidores pudieran llevar su mensaje, "puerta por puerta", durante largas jornadas, cuenta el joven.
"Es sorprendente cómo pudo ganarle a los partidos con pocos recursos y sin apoyos previos políticos", dijo José Antonio Crespo, un reconocido analista que estima que la victoria de Kumamoto "es mucho más significativa" que la de Clouthier y "El Bronco".
Kumamoto, que suele vestirse con jeans y camiseta, no se dejó impresionar por los dinosaurios de la política y construyó sus propias armas: un elaborado portal web en el que deja su teléfono personal, una cuenta de Twitter que le dio unos 20.000 seguidores y un séquito de intelectuales y académicos como asesores, entre ellos una expresidenta de la comisión local de Derechos Humanos y una exdirectora de la importante Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Así, el carismático "Kuma" se adjudicó uno de los 39 escaños en el congreso de Jalisco con el 39% de los votos, según resultados preliminares.
"Muchos van a estudiar el caso Kumamoto para tratar de reproducirlo", predice Crespo, al considerar que "es muy difícil ganarle a los partidos" pese a que un 91% de los mexicanos consideran que son corruptos, según una encuesta del prestigioso Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
- Apuesta por participación ciudadana -
Kumamoto es egresado como gestor cultural de una universidad jesuita y forma parte de Wikipolítica, una red de jóvenes voluntarios sin filiaciones partidistas que promueve la participación ciudadana y la rendición de cuentas de los gobernantes en México.
Aunque la mayoría de sus seguidores son jóvenes, el virtual diputado aseguró que en su movimiento "cabe cualquier persona que tenga ganas de ver un gobierno mucho más deliberativo y participativo" en México, un país cuya edad promedio es de 26 años.
Pese a sus orígenes japoneses, reflejados en su apellido y rostro, Kumamoto se dice "muy mexicano" al explicar divertido cómo por accidente su bisabuelo llegó a México después de la Primera Guerra Mundial y se casó con una indígena tzotzil.
"A mi bisabuelo le prometieron San Francisco (EEUU) pero el barco llegó a Chiapas (sureste de México)... Les falló un poco la brújula", ironiza el joven, que tiene claro el rumbo alternativo que él tomará en el Congreso.
Fuente: AFP