Mientras más de ocho mil vuelos en el mundo son cancelados a raíz de la propagación de la variante ómicron del coronavirus, varios países toman medidas para evitar que sus sistemas sanitarios vuelvan a colapsar.
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La Organización Mundial de la Salud, recientemente, alertó sobre las consecuencias que puede tener ómicron. Catherine Smallwood, una de las responsables de la organización, contó a la agencia AFP:
“Un rápido aumento de ómicron, como el que observamos en varios países -aunque se combine con una enfermedad ligeramente menos grave- provocará un gran número de hospitalizaciones, sobre todo entre los no vacunados”.
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Las medidas para evitar su propagación siguen siendo las mismas desde el inicio de la pandemia: lavarse las manos, mantener la distancia, usar mascarillas y vacunarse. A ella, según un artículo de El Mundo, se le podría sumar mejorar la ventilación en los espacios cerrados.
Pero como todavía no existe forma de terminar con la pandemia de la COVID-19, algunos países están volviendo a tomar medidas parecidas a las del inicio del problema sanitario.
Esta semana, por ejemplo, China mandó a una cuarentena estricta a los vecinos de Yan’an, tal como lo había hecho antes en Xi’an (de 13 millones de habitantes). De igual forma, las autoridades de Beijín dispusieron que a las reuniones de Año Nuevo solo asistan diez personas como máximo.
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Los esfuerzos del Viejo Continente
Recientemente, Dinamarca reimpuso el pase sanitario para luego ordenar el cierre de teatros, salas de conciertos y cines. “Tenemos que limitar nuestra actividad”, sostuvo la primera ministra Mette Frederiksen.
Suiza, por su lado, también ha impuesto medidas restrictivas.
El gobierno anotó en un comunicado: “Solo las personas vacunadas o curadas tendrán ahora acceso al interior de los restaurantes, de los establecimientos culturales y de las instalaciones deportivas o de ocio, así como a los eventos en interiores”.
Francia, por su lado, ha pedido a las empresas que “impongan tres días semanales de teletrabajo obligatorio a sus planillas durante al menos tres semanas”. En tanto, el gobierno ha propuesto al Parlamento restringir el acceso a lugares públicos a los no vacunados.
A partir de hoy, en Alemania, las reuniones privadas se restringirán a 10 personas, en tanto que las discotecas estarán cerradas. Igualmente, los partidos de fútbol no tendrán público.
En Portugal, los bares y discotecas están cerrados, las reuniones en espacios abiertos solo pueden ser de diez personas como máximo, en tanto que el trabajo remoto es obligatorio hasta el 9 de enero.
Sobre el Reino Unido, la BBC escribe: “El primer ministro, Boris Johnson, descartó cualquier nueva restricción para Inglaterra […], pero Escocia, Gales e Irlanda del Norte han anunciado restricciones a las reuniones sociales”.
Sin embargo, los contagios son tan altos que muchos han tenido que ausentarse de sus centros de labores, paralizando parte de la vida pública.
En tanto, Rusia ha restringido la entrada de extranjeros que lleguen de Hong Kong, así como algunos países del sur africano. Para entrar al territorio, se necesita una prueba PCR de menos de 48 horas.
Italia, por su lado, pide que sus ciudadanos usen doble mascarilla o una de alta protección en las calles y cuando usen el transporte público. Para ser parte de algún evento cultural, se debe probar estar vacunado.
Estados Unidos se relaja
Mientras que las hospitalizaciones aumentan en Nueva York -en donde han sido internados niños de 5 a 11 años sin la pauta completa de vacunación- el presidente Joe Biden sostiene que “ómicron es una fuente de preocupación, pero no debe ser una fuente de pánico”.
Mientras tanto, los Centros de Control de Enfermedades (CDC) ordenan el recorte del periodo de cuarentena para los contagiados asintomáticos de diez a cinco días.
Asimismo, las restricciones de viajes provenientes de Botsuana, Esuatini, Lesoto, Malaui, Mozambique, Namibia, Sudáfrica y Zimbabue se terminarán el 31 de diciembre.
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