Ciudad del Vaticano. El papa Francisco ordenó una investigación más profunda de los archivos del Vaticano sobre el cardenal estadounidense Theodore McCarrick, a quien ya se le prohibió en julio ejercer su ministerio debido a las acusaciones de abusos sexuales.
Haciéndose valer de pruebas escritas, el prelado italiano Carlo Maria Vigano acusó en agosto al papa y a una gran cantidad de miembros de la Curia romana de haber encubierto durante años las reprensibles actuaciones del cardenal homosexual con seminaristas y curas.
El Vaticano dijo tener conciencia de que en semejante investigación podrían surgir pruebas de que “se tomaron decisiones que no serían congruentes con la manera contemporánea de abordar tales problemas”. Pero añadió que Francisco “seguirá el camino de la verdad, dondequiera que lo lleve”.
La declaración no se refirió a las denuncias de que Francisco estaba enterado de las denuncias de agresión sexual dirigidas contra el ahora retirado cardenal Theodore McCarrick en 2013 y sin embargo lo rehabilitó de las sanciones impuestas por el papa Benedicto XVI.
Francisco ha dicho que no pronunciará palabra sobre esas denuncias formuladas por un exnuncio apostólico.
La investigación, de tener el alcance necesario, podría llevar a la conclusión de que las acciones de Francisco han sido inconsecuentes con lo que él mismo considera ahora una conducta inaceptable.
“Ni el abuso ni su encubrimiento pueden ya ser tolerados y un trato distinto a los obispos que han cometido o encubierto abusos representa en los hechos una forma de clericalismo que ha dejado de ser aceptable”, dijo el comunicado.
El Vaticano ya sabía al menos en 2000 de las quejas de seminaristas a quienes McCarrick presionaba para que tuvieran relaciones sexuales con él. El padre Boniface Ramsay, profesor en un seminario de Nueva Jersey, escribió una carta al Vaticano en noviembre de 2000 en la que transmitió las inquietudes de los seminaristas después que McCarrick fue nombrado arzobispo de Washington.
Sin embargo, Juan Pablo II lo consagró cardenal el año siguiente. McCarrick renunció al arzobispado en 2006, al llegar a la edad canónica de retiro de 75 años.
Francisco aceptó la renuncia de McCarrick al cardenalato en julio después que una investigación por la iglesia estadounidense determinó que resultaba creíble la denuncia de que manoseó a un monaguillo en los años 70. Desde entonces, otro hombre se ha presentado para acusar a McCarrick de abusar de él cuando era adolescente y otros hombres han dicho que McCarrick los acosaba cuando eran seminaristas o curas jóvenes.
El escándalo ha generado una crisis de confianza en la jerarquía estadounidense, ya que aparentemente era un secreto a voces que McCarrick, quien tiene 88 años, invitaba a seminaristas a su casa en New Jersey junto al mar y a compartir su cama.
Ante la pérdida de credibilidad, los obispos estadounidenses anunciaron que querían una investigación exhaustiva del Vaticano acerca de cómo McCarrick pudo avanzar en la jerarquía a pesar de sus abusos.
La declaración vaticana del sábado dejó en claro que se realizará tal investigación.
Fuente: AFP y AP