Sidney, Reuters
La policía australiana anunciará que los miembros de un grupo que fue el objetivo de una operación contraterrorista realizada el jueves planeaban decapitar a una persona al azar después de cubrir a la víctima con la bandera de los milicianos del Estado Islámico, reportaron medios australianos.
Sin referirse a detalles específicos, el primer ministro Tony Abbott dijo que Australia estaba en "grave riesgo de un ataque terrorista".
Abbott sostuvo a la prensa que las redadas en Sidney y Brisbane vinieron luego de que datos de inteligencia revelaron que milicianos del Estado Islámico estaban instando a sus partidarios de llevar a cabo "asesinatos de demostración" en Australia.
Documentos judiciales que serán revelados más tarde el jueves mostrarían que el plan implicaba el secuestro de una persona en Sidney y su ejecución frente a las cámaras, dijo la Corporación de Radiodiofusión de Australia y otros medios locales.
"Las exhortaciones, exhortaciones bastante directas, venían de un australiano que aparentemente tiene un nivel muy alto en el Estado Islámico a las redes de apoyo en Australia para que llevaran a cabo matanzas de demostración en este país", dijo Abbott dijo en una rueda de prensa.
"Así que esto no es solo una sospecha, existe el propósito y es por eso que las agencias policiales y de seguridad decidieron actuar en la forma que lo hicieron", agregó.
Más de 800 policías participaron en las redadas antes del amanecer, descritas como las más grandes en la historia de Australia. Al menos 15 personas fueron detenidas, y un hombre fue acusado de un delito grave vinculado al terrorismo, dijo la policía a una conferencia de prensa.
Las redadas se produjeron a pocos días de que Australia elevó por primera vez su nivel de amenaza terrorista nacional a alto, citando la probabilidad de ataques por parte de australianos radicalizados en Iraq o Siria.