El Cairo, EFE
El Frente al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria, ha amenazado a los países que integran la coalición internacional contra los yihadistas, en especial a los árabes, con vengarse de sus bombardeos contra territorio sirio.
En un video difundido en las últimas horas en foros islamistas, el portavoz de este grupo, Abu Firas al Suri, calificó de "países esclavos" a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Jordania, por participar en los ataques aéreos liderados por Estados Unidos.
"Esos gobiernos esclavos prefirieron apoyar la injusticia de los infieles, pero este respaldo tendrá consecuencias y los primeros en conocerlas serán los esclavos", advirtió Al Suri.
El portavoz del Frente al Nusra expresó su confianza en que los pueblos de estos países "no permanecerán callados" ante los actos de estos gobiernos, que se han situado en "la lista de los blancos de los muyahidín (guerreros santos)".
"Esta guerra no es contra el Frente al Nusra, es contra el islam", afirmó el portavoz yihadista.
En el video, Al Suri insistió en que esperaban los ataques de la "alianza de satanás, sionista-protestante y encabezada por los vaqueros (Estados Unidos)", pero que están sorprendidos por la implicación de países musulmanes, que "ahora siguen los deseos de sus amos infieles".
"Somos capaces con la ayuda de Dios y de los habitantes de Siria de proseguir con la guerra santa (...) Estos ataques no pararán nuestra marcha", apostilló.
Los bombardeos de la alianza internacional en Siria, que comenzaron el lunes pasado y tenían en principio como objetivo al grupo Estado Islámico (EI), también han sido dirigidos contra el Frente al Nusra.
En concreto, el blanco de los ataques el grupo Jorasán, una célula de Al Qaeda casi desconocida hasta ahora y que, según Washington, planeaba atentados contra Estados Unidos.
Los aviones de la alianza internacional bombardearon hoy tres refinerías de crudo y una fábrica de plásticos en la provincia siria de Raqqa, feudo del EI, que proclamó a finales de junio un califato en las zonas bajo su control en Siria e Irak.
En esta nueva ofensiva, en la que se emplearon cazas y aviones no tripulados, tomaron parte también Arabia Saudí, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos.