"Ecce Homo", óleo sobre pizarra de Tiziano, fechado en 1547. Se ve a Jesús y Poncio Pilato. La obra le pertenece, desde 1821, al Museo del Prado.
"Ecce Homo", óleo sobre pizarra de Tiziano, fechado en 1547. Se ve a Jesús y Poncio Pilato. La obra le pertenece, desde 1821, al Museo del Prado.
Redacción EC

Hoy, , se recuerda el camino de desde el Monte de los Olivos hasta el Gólgota, lugar donde, según la tradición, fue crucificado, terminando así su vida terrenal. Tres días después, resucitará y luego ascenderá al cielo.

El evento es vital para configurar la trascendencia de Jesús, el punto de quiebre para demostrar su divinidad, por lo que la iglesia católica configuró el rito que hoy se conoce como o, por su nombre en español, Camino de la Cruz.

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LOS POSIBLES AUTORES DEL RITO

Según , “el sentido actual del término se remonta a la Baja Edad Media”. Fueron tres los que acuñaron el rito: San Bernardo de Claraval, San Francisco de Asís y San Buenaventura de Bagnoregio, quienes habrían dispuesto catorce estaciones, las mismas que se recorren hasta el día de hoy.

El Vía Crucis se desarrolló con el impulso de los franciscanos en España en la primera mitad del siglo XVII. En Italia, un gran propagador de esta práctica fue San Leonardo de Porto Maurizio (1676-1751), un fraile menor que introdujo meditaciones para cada una de las 14 estaciones”, escribe el medio.

La web anota que no hay datos exactos sobre cómo aparecieron las estaciones ni cuando se empezaron a “conceder indulgencias”, pero coincide con que habrían sido los franciscanos quienes establecieron las costumbres.

Devocionario anota: “A ellos se les concedió en 1342 la custodia de los lugares más preciados de Tierra Santa. Tampoco está claro en qué dirección se recorrían ya que, según parece, hasta el siglo XV muchos lo hacían comenzando en el Monte Calvario y retrocediendo hasta la casa de Pilato”.

Al respecto, la página web de laanota que esas tradiciones son herencias del “Jerusalén Sicut Christi Tempore Floruit” (“Jerusalén Floreció como en Tiempos de Cristo”), libro escrito “en 1584 por Adrichomius”, en tanto que las catorce estaciones que se conocen fueron fijadas por “el carmelita Jan Pascha”.

A partir de eso, y como solución a la ocupación musulmana de Tierra Santa –que evitaba que los fieles se reunieran allí-, el rito se pudo recrear en otras partes del mundo.

"La procesión al calvario" de Pieter Brueghel el Viejo, quien dibujó un camino de serpiente en cuyo primer plano se ve a San Juan consolando a María, en tanto que, al centro, a Jesús bajo la cruz. Posiblemente pintado en 1564 y actualmente custodiado por el Museo de Historia del Arte de Viena.
"La procesión al calvario" de Pieter Brueghel el Viejo, quien dibujó un camino de serpiente en cuyo primer plano se ve a San Juan consolando a María, en tanto que, al centro, a Jesús bajo la cruz. Posiblemente pintado en 1564 y actualmente custodiado por el Museo de Historia del Arte de Viena.

EL RECORRIDO EN OTRAS LATITUDES

El portal anota que, en Italia, esta tradición se concreta en “el Coliseo de Roma”, y no puede evitar destacar lo extraño que es que dicho lugar –en el que hubo “sangre y violencia”–, acoja esta práctica religiosa.

La web anota que, en el siglo XVIII, allí se construyeron varias capillas, que recientemente fueron reconstruidas.

El primer Papa moderno que rescata la tradición en este lugar fue Juan XXIII. Luego con Pablo VI se retomó establemente. Naturalmente no se seguía el recorrido de las capillas con las tumbas, pues ya no existían, sino que una procesión seguía un recorrido en el que se evocaban episodios de la Pasión. Luego, la procesión continuaba hacia afuera del Coliseo. Actualmente termina bajo la terraza del Templo de Venus”, añade.

Realizarla en el Coliseo Romano también es para recordar a los mártires: “allí, donde tantos cristianos en la época del Imperio Romano experimentaron el martirio”.

En 1750, el Papa Benedicto XIV construyó “14 edículos y una gran cruz”. Seis años más tarde, el Coliseo de Roma fue “consagrado a la memoria de la Pasión de Cristo y los mártires”.

La "Piedad" de Miguel Ángel, quien la habría esculpido en mármol entre 1498 y 1499, muestra a María sosteniendo el cuerpo inerte de Jesús. La obra es resguardada en la Ciudad del Vaticano.
La "Piedad" de Miguel Ángel, quien la habría esculpido en mármol entre 1498 y 1499, muestra a María sosteniendo el cuerpo inerte de Jesús. La obra es resguardada en la Ciudad del Vaticano.

Doscientos años más tarde, en 1959, Juan XXIII restableció el rito del Vía Crucis en el Coliseo, luego retomado por Pablo VI en 1964. El primer Vía Crucis presidido por Juan Pablo II en el Coliseo, en 1979, se acompaña de la meditación de textos de discursos del Papa Montini”, escribe Vatican News.

Mientras tanto, el Vía Crucis se celebra en la Vía Dolorosa, “el camino que recorrió Jesús para llegar al lugar de la crucifixión”, hasta “llegar a la “Basílica del Santo Sepulcro”.

recuerda: “[En la Ciudad de] México se encuentra uno de los Vía Crucis más impresionantes de toda Sudamérica. La tradición [...] se remonta a 1833, cuando el pueblo invocó la ayuda del Señor de la Cuevita para poner fin a una larga epidemia de cólera”.

De igual forma, la ciudad de Sevilla, España, se convierte en “escenario de numerosas procesiones organizadas y animadas por las cofradías de origen medieval, cada una perteneciente a una iglesia”.

“A cada cofradía se le confía la tarea de llevar en procesión dos grandes y preciosas esculturas de madera que representan un momento de la Pasión de Cristo y de Nuestra Señora de los Dolores”, escribe .

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