Fuera de Bolivia puede que no sea algo muy conocido, pero Evo Morales también tiene una oposición que proviene de organizaciones de izquierda y sindicatos campesinos.
Se trata de varios de sus antiguos mentores políticos y de sus viejos "compañeros de lucha".
Aquellos con los que, hace más de una década, el presidente boliviano solía hacertambalear gobiernos a base de protestas con bloqueos de carreteras y cercos a las ciudades.
El presidente, que fue electo hasta 2019, busca a través de las urnaseliminar el veto constitucional a un cuarto periodo suyo, lo que haría posible que se mantuviera en el poder hasta 2025 .
Los tres dirigentes que aparecen en la foto junto a Morales (2005) promueven el voto en su contra en el referendo sobre su cuarta reelección.
¿Los motivos del rechazo? Son varios.
Desde la desaprobación a que una persona se mantenga en el poder durante 20 años hasta los cuestionamientos a un programa de gobierno que consideran demasiado enfocado en la extracción de recursos naturales para la exportación.
Señalan también que el supuesto " exceso de poder " acumulado gracias a los arrolladores triunfos electorales de Morales permitió la creación decircuitos de corrupción y enriquecimiento personal , como los dos supuestos casos que acapararon los titulares de prensa en Bolivia.
El primero fue la denuncia de presuntos malos manejos y uso indebido de recursos públicos por el que dirigentes, exministros e incluso parlamentarios oficialistas fueron detenidos y después la denuncia de supuesto tráfico de influencias a favor de una empresa china por cientos de millones de dólares en el que está involucrada una exnovia de Evo Morales.
Sin embargo, el oficialismo boliviano le resta importancia a estas voces críticas de exaliados y antiguos ideólogos.
En palabras del vicepresidente, Álvaro García Linera, son "ecologismo colonial" de una "pseudoizquierda de pasarela y deslactosada " aliada con "fuerzas ultraconservadoras".
Morales, por su parte, no ha dudado en calificar varias veces de "traidores" y "vendidos a la derecha" a sus antiguos compañeros de batalla.
"Poder total"
"El poder es tóxico. Nadie niega la importancia de los primeros años del gobierno, el gran salto económico y la inclusión de indígenas y campesinos que se ha logrado , pero después de eso el poder total ha intoxicado a este proceso", le dice a BBC Mundo Rafael Puente, quien fue viceministro de Régimen Interior del primer gabinete de Evo Morales.
El presidente boliviano solía referirse a Puente como su "maestro en asuntos sindicales" e incluso lo promovió para que dirigiera la formación de cuadros de su partido en los primeros años de su gestión.
Evo Morales forjó su carrera política entre bloqueos de carreteras y marchas en contra de la erradicación de plantaciones de coca en el Chapare boliviano.
Puente, que ahora se encuentra lejos de cualquier cargo oficial, conoció a Morales mucho antes de que iniciara su carrera hacia la presidencia de Bolivia.
En los últimos cinco años no son pocas las organizaciones sindicales que se han fracturado o que ingresaron en crisis cuando alguno de sus representantes intentó ir en contra de los lineamientos oficialistas.
Como cuando la confederación que agrupa a la mitad de los indígenas de Bolivia (CIDOB) se desmarcó de la agenda gubernamental, los operadores afines al oficialismo desconocieron a la dirigencia electa y constituyeron una entidad paralela que de inmediato fue reconocida por el Gobierno.
Es por ello que decenas de dirigentes crearon partidos propios y buscaron ganar espacio independiente en alcaldías en las dos últimas elecciones locales en Bolivia.
Puente afirma, en cambio, que cada vez son más los políticos "de la derecha" y representantes de patronales empresariales los que se suman al partido de Evo.
"Traición"
"Evo Morales no respeta la independencia de poderes ni la libertad de expresión. Perderá por traicionar a sus bases", afirma Filemón Escóbar, otro de los antiguos maestros del presidente boliviano.
Después de décadas como dirigente minero, Escóbarfue uno de los primeros en prestar atención a lo que pasaba en un pedazo de selva tropical de Bolivia donde a diario se reportaban enfrentamientos y violaciones a derechos humanos.
Así, en la última década del siglo pasado, llegó al Chapare, el territorio de los productores de coca donde el actual presidente boliviano comenzó su meteórica carrera política.
Entre 1988 y 2003, organizaciones de derechos humanos reportaron centenares de heridos y decenas de muertos en el territorio boliviano en el que Evo Morales era dirigente (Foto del año 2000).