Tel Aviv. Medio centenar de personas, la mayoría policías, resultaron heridos este domingo en los incidentes posteriores a una marcha convocada la noche del domingo en Tel Aviv contra la "brutalidad policial" y la discriminación institucional que sufren los israelíes de origen etíope.
La policía montada lanzó granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes et impedirles que atacaran el Ayuntamiento, constató un corresponsal de la AFP.
Los manifestantes arrojaron piedras, botellas y sillas a la policía, que replicó también con cañones de agua y bombas lacrimógenas para alejar a manifestantes de las calles adyacentes, pero en vano.
Según la policía, 46 policías y al menos siete manifestantes sufrieron heridas. Fueron detenidos 26 manifestantes.
La manifestación había congregado 10.000 personas según la prensa y unas 3.000 en estimaciones de la policía, tres días después de una marcha en Jerusalén que también terminó con incidentes, tres policías y diez manifestantes heridos.
El ministro de Seguridad Interior, Yitzhak Aharonovitch, explicó que era complicado dispersar a los "agitadores" porque no tenían jefe. "No teníamos a quien hablar", declaró a los periodistas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que "serán estudiadas todas las denuncias" contra la policía. "Pero no cabe la violencia", añadió.
La manifestación había sido convocada en protesta por un video muy difundido por los medios de comunicación, que muestra a dos policías golpeando a un soldado israelí de origen etíope uniformado, hace una semana en Holon, cerca de Tel Aviv. Los dos agentes fueron suspendidos al día siguiente, según la prensa.
El ministro israelí de Economía, Naftali Bennett, acudió a hablar con los manifestantes allí donde se produjeron los choques. Declaró que la sociedad israelí afronta un "serio examen de conciencia".
"Al tiempo que debe ser mantenido el orden, todos debemos buscar las verdaderas soluciones a los problemas que han aparecido de manera tan dolorosa", dijo, según su oficina.
Cientos de israelíes de otros orígenes participaron en la marcha con pancartas que rezaban "Un policía violento debería estar en la cárcel" y "Pedimos igualdad de derechos".
Algunos manifestantes desfilaron brazos en alto, con los puños cruzados simulando esposas.
"Soy negro, tengo que protestar hoy", dijo a la AFP Eddie Maconen, un ciudadano de 34 años. "Nunca he sido víctima de la violencia policial pero esto golpea a mi comunidad".
Los manifestantes quieren que los policías violentos sean juzgados, explicó Maconen, que llegó al país con 3 años.
Zion Cohen desfiló para apoyar a sus compatriotas de origen etíope. "Tienen cien por cien razón", estimó. Israel "es un país racista y nosotros no lo aceptamos".
Los manifestantes bloquearon una autopista, y se produjo un importante atasco, antes de dirigirse al Ayuntamiento, donde se produjeron los choques.
Al inicio de la protesta, Netanyahu, emitió un comunicado informando que el lunes se reunirá con Damas Pakad, el soldado víctima del ataque, y con representantes de la comunidad etíope.
En Israel viven más de 135.000 judíos etíopes, que descienden de comunidades cortadas de otros judíos durante siglos, que las autoridades religiosas de Israel reconocieron tardíamente como pertenecientes a la fe judía.
La decisión conllevó la organización de dos puentes aéreos, en 1984 y 1991, y la llegada a Israel de 80.000 etíopes que han tenido que superar un abismo cultural y afrontar una integración difícil en la sociedad israelí.
Fuente: AFP