Johannesburgo [AFP]. Cuarenta y cinco millones de personas, una cifra récord, están amenazadas por el hambre en países del sur de África debido a la sequía, las inundaciones y las dificultades económicas, alertó este jueves la ONU.
“Esta crisis alcanza proporciones nunca vistas y nuestras observaciones demuestran que va a empeorar”, advierte en un comunicado la responsable regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU en la zona, Lola Castro.
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Desde hace cinco años, todo el extremo sur del continente de África sufre un importante déficit de lluvias, agravado por la repetición de episodios de la anomalía climática conocida como El Niño, que pesan sobre las cosechas de sus dieciséis países, en su mayoría muy pobres.
El calentamiento de la temperatura mundial también está provocando tormentas y ciclones cada vez más intensos.
El año pasado, el ciclón tropical Idai provocó inundaciones catastróficas en Mozambique, Zimbabue y Malaui, causando más de 1.000 muertos, varios millones de damnificados y cuantiosos daños.
Este año, el PMA tiene previsto prestar asistencia a 8,3 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria en Zimbabue, Zambia, Mozambique, Madagascar, Namibia, Lesotho, Esuatini (Ex Suazilandia) Malaui.
La agencia de las Naciones Unidas reiteró el jueves su llamado urgente a la comunidad internacional y a los donantes, afirmando que, de momento, sólo disponía de 205 de los 489 millones de dólares necesarios para financiar sus proyectos de ayuda de emergencia.
Zimbabue en peligro
Según el PMA, las temperaturas en la región están aumentando a un ritmo dos veces superior al promedio mundial.
Una vez más este año, las previsiones predicen un clima seco y cálido, lo que augura una nueva mala cosecha. En todos los rincones de la región, muchas familias ya se han visto obligadas a eliminar una de sus comidas diarias y sólo sobreviven gracias a la ayuda de emergencia.
La situación más preocupante es la de Zimbabue, donde el PMA calcula que hay casi 8 millones de personas en peligro de morir de hambre, es decir la mitad de la población. “Zimbabue es uno de los cuatro países del mundo con mayor inseguridad alimentaria”, declaró a finales de noviembre la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Hilal Elver, que visitó el país.
El país está sumido desde hace unos veinte años en una crisis económica catastrófica que el presidente Emmerson Mnangagwa, que sucedió a finales del 2017 al autócrata Robert Mugabe, no consigue frenar.
Desde hace meses, la población sufre escasez recurrente de productos básicos, harina, medicamentos, combustibles y cortes masivos de electricidad que han hecho una pesadilla de la vida cotidiana.