Una sobrecogedora foto de la agencia AP tomada el 22 de marzo muestra al pequeño Udai Faisal, de solo cinco meses, postrado en la cama de un hospital de Yemen. Dos días después, la desnutrición aguda que padecía lo mató. Otra víctima más de la atroz guerra civil que despedaza a ese país asiático.
Vomitó un líquido amarillo por la nariz y la boca. Luego dejó de respirar, dijeron sus padres al medio británico.
"No lloraba. No hubo lágrimas, simplemente movimientos rígidos", contó su madre, Intissar Hezzam. "Grité y me desmayé".
Udai Faisal junto a su madre Intissar Hezzam (AP).
En el momento de su muerte, Udai pesaba solo 2,4 kilos. Menos de la mitad de los niños sanos de su edad.
En su corta vida, Udai solo conoció la guerra, las necesidaes, el hambre, el miedo, escuchó el ruido de las bombas y el traquetear de las metrallas. No tuvo períodos prolongados de paz.
La ofensiva de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí contra los rebeldes hutíes cumplió un año el pasado 26 d emarzo. De acuerdo con la ONU, esa coalición es responsable de la mitad de los 3.218 muertos que se han registrado. Además, la guerra ha sumido al país en una grave crisis humanitaria, con cerca del 80% de sus 25 millones de habitantes necesitada de ayuda, y con niños como Udai que mueren de hambre.
La madre de Udai cuenta que el día en que dio a luz, una lluvia bombardeos de la coalición árabe golpeaba el barrio pobre donde vive en las afueras de Saná, la capital de Yemen.
"Ella estaba gritando, mientras los bombardeos hacían que el lugar se balancee", dijo el padre del bebé, Faisal Ahmed.
La familia está integrada por otros nueve niños que van de los dos hasta los 16 años. Ellos viven de una modesta pensión que recibe el padre. La guerra ha hecho que haya días en los que no se pueda comer.
Hezzam dice que fue capaz de amamantar a Udai solo en sus primeros 20 días de vida, pues la leche dejó de salir, probablemente debido a la desnutrición que ella también padece.
Udai tomaba leche de fórmula algunos días, y una solución de azúcar en los otros.
A sus tres meses, Udai sufría de diarrea y no podía ser tratado en los hospitales locales, debido a que tenían disminuidos sus suministros a raiz de la guerra.
Recién el 20 de marzo fue ingresado por emergencia a un hospital de Saná. Se le diagnosticó desnutrición severa, diarrea y una infección en el pecho. Se le suministró antibióticos y una solución alimentaria. Pero no pudo más y murió.
Como Udai, en Yemen hay unos 300.000 niños desnutridos que corren el riesgo de perder la vida.
El #EstadoIslámico asesinó a 4 monjas de la Madre Teresa de Calcuta en un asilo en #Yemen https://t.co/lVU3rg0Lst pic.twitter.com/1OgmswIsMu
— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) 30 de marzo de 2016
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