Nueva Delhi. La ola de violencia tribal de los últimos dos días en el estado nororiental indio de Assam ha causado la muerte de 78 personas, según fuentes policiales citadas por la agencia PTI.
La cifra de muertos aumentó al reaccionar grupos de la etnia adivasi contra los bodos del estado, en respuesta al ataque de presuntos miembros del Frente Nacional Democrático de Bodoland (NDFB), el pasado martes.
Según una fuente policial, en el distrito de Kokrajhar, grupos violentos de adivasis protagonizaron ataques contra bodos que dejaron hoy cuatro muertos, que se suman a los 28 adivasis asesinados en el ataque del grupo guerrillero del martes.
En la zona Gossaigaon, también en Kokrajhar, viviendas de bodos fueron incendiadas pese al toque de queda decretado desde el martes en ese y en otros distritos afectados por la violencia.
El martes, varios ataques del NDFB contra diferentes poblados de la zona adivasi en los que entraron disparando a mansalva dejaron más de 70 muertos, muchos de ellos mujeres y niños.
El recuento de fallecidos por ese ataque se elevó hoy después de que en el distrito de Sonitpur, uno de los más afectados, fueran recuperados otros 6 cuerpos, lo que elevó a 43 el total de muertos en ese área.
Tres adivasis murieron ayer por disparos de la policía en protestas que se produjeron tras el ataque del martes.
Un niño escapa de los enfrentamientos étnicos (Reuters)
El Gobierno Indio declaró el toque de queda en las zonas donde se produjeron los ataques y ha enviado tropas tras la matanza, atribuida a la facción Songbijit del NDFB, contraria a las conversaciones de paz.
La policía atribuyó estos ataques coordinados de los rebeldes a una represalia por la muerte de varios miembros del NDFB a manos de las fuerzas de seguridad en las últimas semanas.
En mayo de este año, 31 personas fallecieron en enfrentamientos étnicos en Assam de los que las autoridades acusaron a rebeldes bodos.
Habitantes originales del área, los bodos acusan a los musulmanes llegados en las últimas décadas desde la vecina Bangladesh de ocupar sus tierras y puestos de trabajo.
Grupos de ambas comunidades ya protagonizaron en el 2012 violentos choques armados que causaron al menos un centenar de víctimas mortales, la destrucción de cientos de aldeas y el éxodo de decenas de miles de personas.
Fuente: EFE