(Reuters)
Coreas unidas en una pista de hockey - Reuters
Redacción EC

Lee Tae Hwan es optimista. "En diez años estaremos unidas las dos Coreas", afirma en la cola de entrada al estadio de hockey sobre hielo de los Juegos de Pyeongchang, donde el equipo unificado de y debe enfrentarse a Suiza.

Como una ironía, el hockey sobre hielo, uno de los deportes considerados más violentos, se ha convertido en estos Juegos en el mayor elemento de concordia para Corea del Norte y Corea del Sur.

"Es un evento histórico. Las dos Coreas deben estar juntas. Corea es una sola. Es una nación antigua. Este momento es importante para nuestra historia futura", comenta este empleado del ayuntamiento de Seúl.

La presencia del presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y de Kim Yo Jong, hermana del líder de Corea del Norte Kim Jong Un, que asistieron juntos al partido en las tribunas del estadio, para animar y apoyar al equipo unificado, parecía confirmar las palabras del funcionario de Seúl.

La hermana del líder norcoreano aplaudió jugadas del equipo unificado y con sus gestos mostraba gran interés por el encuentro.

Al final del mismo, los tres dirigentes bajaron a pie de pista para felicitar y saludar a las jugadoras.

La opinión de Lee Tae Hwan era respaldada por la mayoría de la gente en los aledaños del Kwandong Hockey Centre.

Choi Sung Woong, un oficinista de Seúl, con su hijo de siete años de la mano, compartía el entusiasmo de Lee Tae Hwan.

"Este partido es algo fantástico. Somos una raza. Este momento es el inicio de algo importante. Espero", señala.

Chong Choi, de cuarenta años, también se muestra esperanzado de que este equipo unificado de hockey femenino sea un momento clave.

"Es una buena oportunidad para hablarnos, para comprendernos y comunicarnos", señala.

"Pero no sé si una unificación puede darse pronto", indica con pesimismo. Debemos esta juntos, eso está claro, pero el gobierno de Corea del Norte es muy cambiante en sus comportamientos", explica.

- Animadoras norcoreanas -

El punto de vista de Lisa Joung y Chelsea Byun, dos jóvenes veinteañeras, es diametralmente opuesto.

No llevan banderas de la unificación, como la mayoría de los asistentes al partido.

"No creemos que las dos Coreas se vayan a unir un día y no queremos que pase", afirma Lisa, mientras Chelsea asiente.

"La mayoría de los jóvenes a los que pregunte le dirán lo mismo", se extiende Chelsea.

Lisa y Chelsea habían comprado las entradas para el partido antes de que se supiera que iba a ser un equipo unificado.

"Corea del Sur está en progreso económicamente y la unificación frenaría ese progreso. Sería muy difícil cambiar muchas cosas en Corea del Norte", explica Chelsea, la más parlanchina.

El equipo unificado femenino de hockey sobre hielo es una de los decisiones simbólicas de los dos países vecinos en estos Juegos Olímpicos, junto al hecho del desfile juntas en la ceremonia de inauguración.

La última vez que las dos Coreas habían competido como equipo fue en 1991, en el Mundial de tenis de mesa disputado en Chiba (Japón).

Las ochenta animadoras norcoreanas enviadas por el gobierno de Pyongyang a los Juegos, vestidas de rojo y situadas en su mayoría detrás de los banquillos, ondeaban las pequeñas banderas del equipo unificado, gritando 'vamos'.

Las tribunas no estaban llenas y se veían bastantes huecos en el estadio con capacidad para 6.000 personas.

Al final, el equipo de Corea del Norte y Corea del Sur acabó perdiendo ante Suiza por 8-0. Pero el resultado era lo de menos.

(Fuente: AFP)

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