La angustia sigue creciendo en los pasajeros del crucero Diamond Princess. La nave, que resulta ideal para unas vacaciones de ensueño, se ha convertido en el recinto donde permanecen encerrados. Se han detectado 218 contagiados y la cuarentena mantiene a la embarcación en Yokohama (Japón). Los testimonios resultan alarmantes y muestran el miedo ante esta extraña enfermedad que empezó a contagiarse en Wuhan (China).
El mexicano José Antonio Alatorre, de 54 años, y su esposa, son dos de las 3.700 personas a bordo del Diamond Princess. “Estamos aguantando el encierro, y preocupados, porque van saliendo cada día más y más enfermos. Esperemos que no nos toque”, dijo a El Universal.
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Resulta paradójico que en un crucero con tantas comodidades los pasajeros ahora tengan que vivir recluidos en las habitaciones. José Antonio Alatorre contó que se encuentran encerrados casi sin poder salir y sin acceso a ventanas. "Nuestra única ventana es una televisión conectada a la cámara del barco”, asegura.
También contó que desde que inició la cuarentena (3 de febrero) solo han podido salir a tomar aire tres veces.
“Estamos aguantando el encierro, y preocupados, porque van saliendo cada día más y más enfermos. Esperemos que no nos toque”, agregó.
La pasajera mexicana Yolanda Rocha dijo a Caracol Radio que se encuentran “completamente encerrados” y que el capitán es quien anuncia pequeñas caminatas de 30 minutos para algunas cabinas.
El británico David Abel no dudó en calificar como una “prisión flotante” al Diamond Princess. Él decidió viajar en el crucero para celebrar sus 50 años de matrimonio.
Por su parte, el embajador peruano en Japón, Harold Forsyth, indicó que hay nueve peruanos a bordo.
“Ellos están en buen estado, no se reporta para nada que estén infectados (...). Están bajo control y trabajando. Ellos son tripulantes, cada uno en sus actividades porque la vida en el barco tiene que seguir”, aseguró Forsyth para El Comercio.
El Diamond Princess partió de Yokohama el 20 de enero y volvió el 3 de febrero. Hizo paradas en Hong Kong, Vietnam y Taiwán. También se detuvo en los puertos japoneses de Kagoshima y Okinawa. La cuarentena inició cuando descubrieron que un pasajero que desembarcó en Hong Kong estaba infectado con el coronavirus.
Un crucero de ensueño
El crucero Diamond Princess es propiedad de la compañía estadounidense Princess Cruises. “Cada barco Princess es un destino en sí mismo con amplias comodidades, increíbles experiencias culinarias y actividades encantadoras”, señalan en su web oficial.
También indican que las tarifas incluyen alojamiento, comidas durante todo el día (con menús de 4 tiempos), servicio a las habitaciones las 24 horas, entretenimiento y una variedad de actividades.
“Princess ofrece demostraciones culinarias, bingo, degustación de vinos y servicios de spa. También podrá disfrutar de presentaciones en donde aprenderá sobre la cultura de los principales sitios de los puertos que visitará, además de entretenimiento en vivo”, aseguran.
El Diamond Princess cuenta con una capacidad para 2670 huéspedes (1337 cabinas disponibles) y para 1100 tripulantes. Mide 290 metros de largo y 62 de altura. Cuenta con un tonelaje de 115.875 y fue inaugurado el 13 de marzo de 2004.
“Diamond Princess es un tesoro de delicias excepcionales que esperan ser descubiertas. Cene sashimi recién preparado en Kai Sushi, vea artistas callejeros en el deslumbrante atrio o disfrute de un lujoso espectáculo en nuestro teatro de vanguardia. Y para un placer único, visite el baño japonés Izumi, el más grande de su tipo en el mar”, indica la web oficial.
También detallan que fue elegido como el Mejor Barco Internacional de Japón, según la encuesta de Cruise Magazine Reader.
“Desde el momento en que sube a bordo, queremos que se sienta bienvenido y como en su casa. Y con el atento servicio de un personal amable que sabe lo que significa la hospitalidad, descubrirá que su barco Princess es realmente su hogar lejos de casa”, afirman.