Las autoridades chinas y algunos expertos en salud pública afirman que es gracias a las severas medidas de confinamiento en Wuhan, de 11 millones de habitantes, y en gran parte de la provincia de Hubei, de la cual es capital, que se frenó el avance de la enfermedad, cambiando su rumbo en el país. (Foto: Reuters)
Coronavirus en Wuhan
Redacción EC

Wuhan. [Reuters]. La ciudad china de Wuhan, donde se identificó por primera vez el , sigue en cuarentena después de más de 50 días, incluso cuando la atención del mundo se ha desplazado a otros puntos críticos.

Imágenes muestran, a través de ventanas, balcones y tejados, cómo los residentes de Wuhan debieron enclaustrarse en sus departamentos para seguir con sus vidas. Se puede ver gente colgando ropa. Los niños juegan. Un hombre come fideos. Otro fuma un cigarrillo.

Las autoridades de China y algunos expertos en salud pública afirman que es gracias a las severas medidas de confinamiento en Wuhan, de 11 millones de habitantes, y en gran parte de la provincia de Hubei, de la cual es capital, que se frenó el avance de la enfermedad, cambiando su rumbo en el país.

Otras naciones, incluidos Irán, Italia y Estados Unidos, están luchando por controlar sus brotes.

Pero aun cuando el número de nuevos casos reportados disminuye en Wuhan, en la ciudad las personas permanecen atrapadas en una nueva normalidad de aislamiento.

Los residentes tienen prohibido salir de sus hogares incluso para comprar alimentos, que deben ser entregados. Las escuelas y la mayoría de las tiendas permanecen cerradas y las calles están prácticamente vacías.

El martes, Wuhan cerró el último de los 14 hospitales improvisados que levantó para tratar y aislar a los pacientes luego de que el brote abrumó al sistema de salud de la ciudad.

En una señal de que la situación está mejorando, el presidente Xi Jinping realizó una visita a la ciudad el martes, la primera desde que comenzó el brote.

Se han reportado casi 50.000 casos de coronavirus en Wuhan, con 2.423 muertes, lo que lo convierte en el lugar más afectado por una epidemia que ha contagiado a más de 119.000 personas en todo el mundo, con casi 4.300 decesos.

El brote también ha tenido un costo psicológico no cuantificable para las personas en Wuhan.

Las familias lidian con la pérdida de sus seres queridos, los niños no pueden ir a la escuela o jugar afuera, y los medios de subsistencia están en peligro ya que las personas no pueden ir a trabajar.

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