La injerencia cada vez más evidente de Beijing en los asuntos de Hong Kong ha motivado inclusos pedidos de independencia. (AFP)
La injerencia cada vez más evidente de Beijing en los asuntos de Hong Kong ha motivado inclusos pedidos de independencia. (AFP)
/ ANTHONY WALLACE
Redacción EC

“Esto marca el fin del que el mundo conocía antes”. Joshua Wong, uno de los líderes hongkoneses que más ha luchado por la democracia, escribió en Twitter la frustración de ver cómo el gobierno local de la excolonia británica, que se preciaba de gozar de las libertades que no había en China continental, capitulaba ante Beijing.

Xi Jinping, el poderoso presidente chino, promulgó ayer la polémica ley de seguridad nacional, que es considerada una mordaza a la oposición y un golpe mortal a la autonomía del territorio.

¿Qué dice la ley?

Aunque el texto se discute desde hace seis semanas en el Parlamento chino, los detalles completos de la ley ya promulgada no han sido difundidos, sino solo algunos extractos. De acuerdo a la norma, se castigará con hasta cadena perpetua los crímenes de secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras, lo que augura una era autoritaria para Hong Kong, que supuestamente funcionaba bajo el lema “Un país, dos sistemas”. La norma, que supone un cambio histórico en las relaciones entre Beijing y la excolonia, prevé también la creación de una agencia de seguridad nacional en el enclave, con personal que no estará sometido a la legislación local.

La ley también le da al Gobierno Chino amplios poderes para su implementación, preparando así el terreno para los cambios más radicales en décadas al modo de vida del centro financiero mundial.

¿Por qué Beijing ha aprobado esta ley?

Esta ley de seguridad nacional está considerada como una respuesta a las manifestaciones prodemocráticas que estallaron en Hong Kong en el 2019 contra la influencia de Beijng.

Durante meses, los manifestantes prodemocráticos en Hong Kong no abandonaron las calles pese a la represión policial. (Reuters)
Durante meses, los manifestantes prodemocráticos en Hong Kong no abandonaron las calles pese a la represión policial. (Reuters)
/ ADNAN ABIDI

Entre junio y diciembre del 2019, la excolonia británica fue escenario de un movimiento de protesta sin precedentes contra el poder chino, con manifestaciones masivas casi a diario y enfrentamientos violentos con la policía. Las protestas nacieron del rechazo a un proyecto de ley que iba a autorizar las extradiciones a China continental. El gobierno local de Hong Kong, que es proBeijing, tuvo que dar marcha atrás ante las constantes movilizaciones.

Las manifestaciones se transformaron en un movimiento prodemocracia que pedía más libertades. Los más radicales incluso exigían la autodeterminación y la independencia de Hong Kong.

El Gobierno de China consideró las protestas como un complot extranjero para desestabilizar el poder central, y no cedió a las demandas de elecciones libres o de investigación sobre la violencia policial.

¿Por qué en Hong Kong consideran que es un golpe a sus libertades?

En 1997, cuando Hong Kong fue devuelto a China por el Reino Unido, se firmó un compromiso en el cual Beijing mantenía ciertas libertades. Esto se llamó “Un país, dos sistemas”.

Por ello, los hongkoneses tienen libertad de expresión, libertad de prensa, una justicia independiente y un sistema capitalista. Esta fórmula fue el pilar de la transformación de Hong Kong, que se convirtió en una plataforma financiera mundial, anclada en su seguridad jurídica y las libertades políticas de las que carece China continental.

"Libertad o muerte", dice esta pinta en la Universidad Politécnica de Hong Kong. La mayoría de manifestantes han sido jóvenes que han cuestionado la injerencia de Beijing en el territorio. (Reuters)
"Libertad o muerte", dice esta pinta en la Universidad Politécnica de Hong Kong. La mayoría de manifestantes han sido jóvenes que han cuestionado la injerencia de Beijing en el territorio. (Reuters)
/ Thomas Peter

Debido a esto, muchos hongkoneses, sobre todo los activistas prodemocráticos, consideran que esta ley de seguridad nacional y la mayor injerencia de Beijing cercenará las libertades que siempre han gozado.

No solo eso. El Consejo Legislativo, es decir el parlamento local, no pudo dar su opinión en la elaboración de esta nueva norma, la misma que se integrará directamente en la Ley Fundamental, la ‘miniconstitución’ de Hong Kong.

¿Cuál ha sido la reacción de la comunidad internacional?

Estados Unidos condenó la legislación como una violación de los compromisos internacionales de Beijing y prometió seguir actuando “contra quienes asfixiaron la libertad y la autonomía de Hong Kong”. La Unión Europea también expresó su rechazo mientras que el Reino Unido y Japón mostraron su preocupación tras la aprobación de la ley.

Washington, ya en disputa con China por el comercio y el coronavirus, comenzó el lunes a eliminar el estatus especial de Hong Kong bajo la ley estadounidense, deteniendo las exportaciones de defensa y restringiendo el acceso a la tecnología.

El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que los habitantes de Hong Kong que disponen del llamado pasaporte Nacional Británico (BNO, en inglés) podrán residir en el Reino Unido por un período máximo de 12 meses sin necesidad de contar con visa, frente a los actuales seis meses. Los pasaportes BNO fueron concedidos a los ciudadanos de Hong Kong antes de que el territorio volviera a soberanía china en 1997 y, si bien tienen algunos derechos en materia de política exterior, no se les permite trabajar o vivir permanentemente en el Reino Unido. Unas 350.000 personas en Hong Kong tienen ese pasaporte, pero se estima que 2,6 millones tienen derecho a él. Londres estudia concederles otros derechos, como el de empleo, lo que, según Johnson, les situaría “en el camino a la ciudadanía”.

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