Teherán [EFE]. Los comicios para elegir un nuevo Parlamento en Irán comenzaron este viernes con el bloque conservador esperando una victoria en las urnas y entre las dudas por el índice de participación debido al desinterés de parte de la población.
Los colegios electorales, más de 54.000 repartidos en dos centenares de circunscripciones, abrieron sus puertas a las 08:00 (hora local) en todo el país, donde tienen derecho a voto casi 58 millones de personas.
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Unos 7.150 candidatos concurren a los comicios, la mitad de los que se registraron, y entre los vetados por el Consejo de Guardianes figuran 75 de los actuales diputados y numerosos reformistas y moderados.
Esta corriente, que dominó el Parlamento durante la anterior legislatura, llega en esta ocasión debilitada y se presenta en Teherán con la lista “Coalición por Irán”, encabezada por el clérigo y exvicepresidente Mayid Ansarí.
Por su parte, los conservadores parecen tener opciones de imponerse en las elecciones, en especial la lista “Irán con la cabeza alta” del antiguo alcalde de Teherán y excomandante de la Guardia Revolucionaria Mohamad Baqer Qalibaf.
El líder supremo, Alí Jameneí, instó esta semana a una masiva participación en las elecciones para combatir así “las tramas viciosas de Estados Unidos y del régimen sionista contra Irán”, insistiendo en que acudir a las urnas es “un deber religioso”.
En la misma línea, el comadante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salamí, dijo ayer durante la jornada de reflexión que el pueblo iraní “sorprenderá al mundo” con su asistencia a las urnas y que cada voto será “una bofetada a un enemigo que espera que la gente no participe en las elecciones”.
Se espera que los sectores más conservadores voten y que haya más abstención en las filas reformistas, aunque en general la participación se prevé baja en las zonas urbanas.
Los ciudadanos están más preocupados por la crisis económica que atraviesa el país desde que Estados Unidos impusiera a Irán de nuevo sanciones en 2018 tras su retirada unilateral del pacto nuclear.
De hecho, estas son las primeras elecciones nacionales en Irán desde el abandono de Estados Unidos del pacto y coinciden con un momento de alta tensión con ese país, que también han pasado factura a los reformistas y moderados.
Además de votar al Parlamento, los ciudadanos de cinco provincias, entre ellas Teherán, deben escoger a siete candidatos para la Asamblea de Expertos, de 88 miembros, el organismo encargado de elegir al líder supremo y supervisar su gestión.