Los trabajadores del sector salud del estado de Nueva York, epicentro del coronavirus en Estados Unidos, afrontan grandes desafíos diariamente para mantener a raya la crisis que actualmente se vive a causa del letal virus y los numerosos contagios y fallecidos que deja la pandemia.
Pero estos retos no se limitan exclusivamente a su jornada laboral. El personal sanitario se ha visto en la situación de cambiar también su rutina diaria al estar en primera fila en la lucha contra el coronavirus.
- Autopsias revelan que el coronavirus circulaba en Estados Unidos antes de lo pensado
- Donald Trump sobre los supuestos problemas de salud de Kim Jon-un: “Le deseo lo mejor”
- Tras reunirse con Trump, el gobernador de Nueva York dice ya no necesita el buque médico Comfort
Ese es el caso de Diana Torres, una enfermera de Nueva York que ha tenido que aislarse de su familia por miedo a transmitirles el virus llegando a casa, según informa el Univisión.
Desde el estallido de la crisis, Torres se ha visto en la obligación de adaptar el ático de su vivienda para refugiarse a descansar cuando regresa de su jornada laboral y así evitar compartir espacios comunes; viviendo así su propio aislamiento y resguardando a sus seres queridos.
“Yo solo vengo a dormir”, relata la enfermera al medio estadounidense, “yo me he convertido en un peligro para mi familia”.
En su hogar, su esposo y tres hijos viven en la primera planta de su vivienda, aislados para estar a salvo y sin acercarse a Diana Torres. Mientras tanto, su suegra vive en el segundo piso, en cuarentena total.
Actualmente, los turnos de Torres son de más de 12 horas diarias y hace un mes que no se acerca a abrazar a sus hijos. Como cuenta, el único contacto social que tiene durante esta crisis es con sus compañeros de trabajo y los casos de coronavirus a su cargo.
Más de 19.000 personas han muertos por el COVID-19 en el estado de Nueva York y se registran al menos 263.750 casos hasta la fecha, según cifras recogidas por la Universidad Johns Hopkins.