Washington. La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no quiere una guerra con Irán, sino disuadirlo, dijo el jefe del Pentágono tras comparecer ante miembros del Congreso.
"Se trata de disuadir, no de entrar en guerra. No estamos tratando de entrar en guerra", dijo el secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, a periodistas después de una sesión a puerta cerrada con el secretario de Estado, Mike Pompeo.
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"No se han producido ataques contra estadounidenses. Yo consideraría eso una pausa. Aunque eso no implica que las amenazas que habíamos identificado previamente hayan desaparecido", declaró Shanahan.
El jefe del Pentágono opinó que el reciente despliegue militar "es una indicación del deseo y la resolución" de hasta dónde está dispuesto a llegar Estados Unidos para proteger a sus "ciudadanos e intereses" en la región.
Shanahan calificó la respuesta estadounidense de "prudente" y consideró que esta había servido para darle "tiempo" a Irán para "recalcular" la situación.
"Tan solo espero que Irán esté escuchando. Estamos en la región por varios motivos, pero no para entrar en guerra con Irán", apuntó el secretario.
Las palabras de Shanahan se producen en el contexto de la escalada de acusaciones entre Estados Unidos e Irán que se ha acentuado en las últimas semanas.
La tensión en el golfo Pérsico ha aumentado desde que Washington anunció en abril pasado el fin de las exenciones que había concedido a ocho naciones o territorios para que siguieran comprando petróleo a Irán pese a la retirada de Estados Unidos del pacto nuclear con ese país.
Como consecuencia, las autoridades iraníes amenazaron con bloquear el estratégico estrecho de Ormuz, por el que cruza una gran parte del crudo mundial, si las sanciones impuestas por Estados Unidos tras retirarse del acuerdo nuclear del 2015 impiden sus exportaciones de petróleo, vitales para la economía del país persa.
Estados Unidos respondió con el despliegue de su portaaviones USS Abraham Lincoln en aguas del golfo Pérsico y con el envío de una flota de bombarderos B-52 a la base estadounidenses de Al Udeid, en Catar.
Fuente: EFE