Una de las mejores amigas de Ivana Trump siempre se preocupó de que la fallecida primera esposa del expresidente Donald Trump pudiera resbalar en lo que ella llamó la hermosa, pero “traicionera escalera” de su opulenta casa en en el Upper East Side de Manhattan, al pie de la cual fue hallada este jueves.
“Tengo que decirles algo, ese siempre ha sido mi miedo”, dijo Nikki Haskell a Extra TV. “Tenía una de esas escaleras realmente hermosas por las que era imposible caminar. Muy estrecha en la parte interna de los escalones y más ancha por fuera. Siempre tuve miedo de que se cayera. No sé qué pasó, pero no me cuesta creer que eso fue lo que pasó: una escalera traicionera”.
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Trump, de 73 años, quien presuntamente tenía problemas para caminar y dolores en la cadera, fue encontrada al pie de las escaleras, dijeron las autoridades. La oficina del médico forense de la ciudad ha considerado que su muerte fue accidental por un “traumatismo por impacto contundente”, pero no dio más detalles.
Ivana a menudo posaba en su lujosa casa multimillonaria en el 10 East 64th Street con la escalera al fondo. El columnista de chimentos Rob Shuter dijo el viernes por la noche en News Nation que había visitado el departamento y también calificó la escalera de “traicionera”.
“El departamento no estaba tan renovado ni tan actualizado como se podría pensar”, dijo Shuter. “Esas escaleras siempre fueron peligrosas. La alfombra de esas escaleras también estaba un poco gastada”.
Por otra parte Haskell, quien cenó con Ivana no hace mucho tiempo, dijo que en los últimos años la primera esposa de Donald, normalmente extrovertida y sociable, se había vuelto “solitaria”.
“En los últimos dos años, se volvió muy solitaria… Tenía una casa grande y tenía mucho miedo de contraer el coronavirus, mucho más que nadie que yo conozca. No quería ir a ningún lado, no quería viajar… Se lo tomó muy, muy en serio. Tenía miedo de enfermarse”, añadió Shuter, según reprodujo New York Post.
Pero, de acuerdo los informes, Ivana Trump estaba a punto de reincorporarse plenamente a la actividad, según Haskell, y se había estado preparando para viajar de Nueva York a Saint Tropez, Francia, donde tenía una casa.
“Finalmente tomó la decisión: ‘Está bien, voy a salir’. Se había quedado en Nueva York todo ese tiempo. Nunca se fue, estaba sola y estoy seguro de que fue mucho más difícil de lo que podía imaginar”. Haskell dijo que recientemente le preguntó a Ivana cuáles eran sus planes. “Ella dijo: ‘Sabes, Nikki, he estado trabajando desde que tengo 3 años... Solo quiero descansar. Solo quiero disfrutar de mi vida’”.