No hay pruebas que apoyen la tesis de un fraude electoral, pero para el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, la mera sospecha es suficiente para ponerse alerta. Porque, claro, si se cree que las demandas de la campaña de Donald Trump llegarán a buen puerto, más vale apurarse.
Quién es William Barr, el fiel escudero de Trump que comparó el confinamiento con la esclavitud
Aun así, lo que Barr ha señalado es que existen “alegatos sustanciales” de votantes de todo el país acusando fraude. Con eso en mente, ha mandado a todos sus fiscales a investigar.
Valdría preguntarse si es que Barr tiene algún interés particular, mejor dicho, si es que su decisión responde a su postura política.
Renuncia fiscal jefe de delitos electorales de EE.UU. tras orden de William Barr para investigar supuesto fraude
No es la primera vez que se discute la posibilidad de que Barr tome decisiones para apoyar a Donald Trump. De hecho, en junio de este año, él fue citado por The House Judiciary Committee de Estados Unidos para discutir las acusaciones que apuntaban a que él actuaba para contentar al expresidente.
Allí se dijo que los fiscales encargados del juicio a Roger Stone -amigo de Trump quien mantuvo cuestionables relaciones con Rusia y quien luego de ser sentenciado recibió el indulto presidencial- habían sido presionados para que fueran magnánimos con la sentencia de Stone.
“The Washington Post” también recuerda el testimonio de John Elias, oficial del Departamento de Justicia, que señaló que Barr había ordenado investigar a unas compañías de venta de marihuana solo porque no estaba de acuerdo con ese tipo de negocios.
La cereza del pastel fue cuando el exfiscal general adjunto Donald Ayer pidió la dimisión de Barr. “Es muy importante resaltar lo que está pasando. Esto es peor que Watergate, mucho peor. Es un esfuerzo sistemático por deshacer los controles que se implementaron desde Watergate y los que manda la Constitución”.
Los acusados, sin embargo, fueron cuestionados por los republicanos miembros del comité, alegando que sus críticas a Barr eran parte de su discurso contra Trump.
UN MIEDO RECURRENTE
Esta no es la primera vez que Barr habla del posible fraude en los votos de las elecciones presidenciales del 2020.
En una entrevista a “Fox News”, él afirmó en dos ocasiones que los votos por correo habrían “las puertas a un potencial fraude”.
“Ahora mismo, un país extranjero podría imprimir cientos de miles de boletas para reemplazar las que tenemos, y sería muy difícil para nosotros detectar cuáles son las correctas y cuáles no lo son”, dijo Barr.
Al respecto, “The Washington Post” descubrió que el mismo Barr votó por correo en el 2012 y 2019.
En esa misma línea, Donald Ayer afirmó que se trataba de un comentario inapropiado. “Ni siquiera es su trabajo. Si hubiera una función policial allí, podría ser. Pero básicamente se está haciendo eco de lo que dice el presidente, y, francamente, mi preocupación es que Trump seguirá hablando del tema cada vez más […][Barr está] actuando como un defensor de las fantasías que el presidente quiere promover”.
UNA AGENDA POLÍTICA
El abogado William Barr trabajó por un breve periodo como asesor de la Casa Blanca, durante la gestión de Ronald Reagan. Más tarde, George H.W. Bush lo nombró como director de la Oficina de Asesoría Jurídica del Departamento de Justicia, hasta que, luego, ocupó el puesto de fiscal general adjunto.
Barr cree en la mano dura. Él mismo lo hizo saber en su artículo de opinión titulado “Somos exfiscales generales. Te saludos Jeff Sessions”, publicado en “The Washington Post”.
Pero quizás la mejor manera para conocer cómo es que dirige el norte de las instituciones que lidera sea remitirse a un artículo que escribió para “LA Times” en 1992. El portal de “Univisión” recoge su apoyo a la política de George H. W. Bush:
“Convirtió al Departamento de Justicia en una agencia que establece una agenda (...) centrándose en temas importantes en la mente de muchos estadounidenses. Estos incluyen delitos de violentos, pandillas, fraude a la atención médica, control de inmigración más estrictos”, escribió.
Y quizás ese sea el secreto para el hombre que fue fiscal general de EE.UU. en dos ocasiones anteriores (1991 y 1993): hay una agenda puesta por el presidente y hay que seguirla.
Por el momento, la orden para que todos los subordinados investiguen posibles fraudes electorales, ya cobró su primera gran víctima. Richard Pilger, uno de los fiscales criminales más respetados, renunció a su cargo como protesta a la indicación de Barr.
Pilger -abogado de 55 años que estudió Filosofía y Ética en la Universidad de Notre Dame y derecho en la U. de Indiana- luego de pasar por varios puestos en el Departamento de Justicia, se convirtió en el jefe de Election Crimes. En ese puesto se quedó por diez años, hasta hace unos días.
Su renuncia es un golpe a los planes de Barr, en tanto era Pilger quien tenía a su cargo investigar los posibles delitos federales relacionados a las elecciones.
Según “CNN”, Pilger utilizó un mail para explicar a sus colegas su salida del puesto: Barr está rompiendo con la política de no interferencia en lo que respecta a los fraudes electorales.
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