La candidata a la Corte Suprema de los EE.UU. y juez de la corte federal de apelaciones, Ketanji Brown Jackson, en el Capitolio en Washington.
La candidata a la Corte Suprema de los EE.UU. y juez de la corte federal de apelaciones, Ketanji Brown Jackson, en el Capitolio en Washington.
/ REUTERS/Michael A. McCoy
Agencia EFE

El Senado de EE.UU. dio luz verde este lunes a la continuación del proceso para confirmar a la elegida por el presidente Joe Biden para ocupar una vacante en el Tribunal Supremo, , que podría convertirse en la primera mujer afroamericana en llegar a la instancia judicial.

Por 53 votos a favor y 47 votos en contra, los demócratas aprobaron retirar la nominación de Jackson del comité judicial de la Cámara Alta, donde poco antes había quedado bloqueada debido a un empate entre sus partidarios (11 demócratas) y detractores (11 republicanos).

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En consecuencia, el líder de la mayoría progresista en el Senado, Chuck Schumer, presentó esta moción para poder seguir adelante en el proceso de nominación.

Tras la aprobación de dicha moción, no se espera que el pleno de la Cámara Alta vote sobre la confirmación de la jueza hasta el jueves o el viernes de esta semana.

En principio, la confirmación de la magistrada no tendría por qué complicarse en el hemiciclo, ya que los cincuenta legisladores demócratas han dicho que votarán en bloque a su favor, a los que se sumarán los republicanos Susan Collins, Mitt Romney y Lisa Murkowski.

Los demócratas tienen una ajustada mayoría en el Senado con 50 escaños frente a los 50 de los republicanos, aunque cuenta con el voto de desempate de la vicepresidenta del país, Kamala Harris.

Durante las audiencias ante el comité judicial, los conservadores han criticado a Jackson por su trabajo en defensa de los presos de Guantánamo (Cuba) e incluso le han llegado a acusar de incurrir en su trayectoria como jueza en un “patrón que permitía a los acusados de pornografía infantil salir indemnes de sus espantosos crímenes”.

Estas acusaciones, aportadas sin pruebas, han sido criticadas por medios conservadores como The National Review y hasta miembros del propio partido republicano han intentado marcar distancias.

En todo caso, la llegada de Jackson a la corte no cambiaría la composición ideológica del Supremo estadounidense, que con seis jueces de tendencia conservadora y tres progresistas, está más inclinado a la derecha que en ningún momento desde la década de 1930.

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