México: El pueblo que más sufrió la cancelación de planta Ford

Ubicada en Villa de Reyes, municipio cercano a San Luis de Potosí, se encuentra el esqueleto de la que sería una nueva fábrica de ensamblaje de la compañía Ford. Emplazada en pleno desierto del centro de México, en un sitio de 280 hectáreas, la firma estadounidense tenía pensado invertir US 1.600 millones en este recinto. Eso, claro, hasta que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que cualquier firma de su país que externalice sus fábricas tendrá una fuerte alza en el impuesto a la importación.

La fuerte subida al impuesto con la que advirtió el presidente electo -de hasta un 35%- fue razón suficiente para que Ford abandonase el proyecto cuando ya estaban instalándose las primeras estructuras, como se puede ver en la foto. Ford, sin embargo, negó que el anuncio hecho por Donald Trump fuese el motivo del cierre de la obra, asegurando que se debió a una "caída dramática de la demanda de automóviles pequeños en Estados Unidos", en palabras que su presidente ejecutivo, Mark Fields, comentó a la cadena BBC.

El cierre del proyecto por parte de Ford provocó un terremoto en Villa de Reyes, localidad ubicada en el estado San Luis de Potosí. Las autoridades aseguran que, de haberse llevado adelante el proyecto, la planta generaría unos dos mil ochocientos puestos de trabajos directos y más de 10 mil, indirectos. Según el secretario de Desarrollo Económico de ese estado, Gustavo Puente Orozco, Ford dejó perfectamente claro que era "una cancelación definitiva". 

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Los habitantes de Villa de Reyes sienten -y con razón- que fue Donald Trump quien les privó de plazas de trabajo seguras. En la foto, Martina Rodríguez, una de las personas que perdió su trabajo después de que Ford resignara de construir las nuevas instalaciones en ese sector de México. 

Uno de los contratistas de la obra dijo a la agencia Reuters que el lugar "ahora parece un cementerio. Solo hay muerte ahí, todos se están yendo".

Villa de Reyes fue el lugar más golpeado por el cierre de la fábrica que Ford comenzó a construir en una zona cercana. La visión de Julián Eaves, director de una empresa que fabrica mangueras para vehículos en el estado San Luis de Potosí, es clara: "esto afectará a toda la comunidad", comentó a Reuters. 

"Este presidente, este Trump, no quiere gente allá. Entonces, ¿dónde los va a mandar? ¿Y no quiere abrir trabajo acá? Entonces, ¿nos va a cerrar las puertas?", enfatizó a Vanguardia el trabajador de la construcción J. Refugiado Waldo Contreras, sobre el cierre de las obras. 

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La caída del proyecto de Ford puso en alerta a otras firmas de la industria automotriz como General Motors, Toyota, la alemana BMW y la empresa Goodyear. Estas últimas, planean inversiones en ese mismo estado de México (San Luis de Potosí), con cifras cercanas a las que invertiría Ford: Un billón de dólares por parte de la firma germana y, en el caso de Goodyear, una fábrica de neumáticos con una inversión cercana a los US 550 millones. En la foto, la planta de ensamblaje de la empresa Bosch, ubicada en San Luis de Potosí.

Cerca de la mitad de la inversión directa extranjera en México proviene desde los Estados Unidos, al menos desde comienzos de siglo. Por ello, la cancelación del proyecto de Ford representó no solo un duro golpe para no solo la economía estatal, sino también en las relaciones entre ambos países. "Duele porque somos socios en negocios, cultura, deportes, prácticamente en todo. Duele porque ellos -él- está impulsando una política que busca romper esos lazos", aseguró a Reuters el secretario de Desarrollo Económico de San Luis de Potosí.

Todo esto solo ha hecho crecer la incertidumbre sobre futuras inversiones en México, específicamente en el estado de San Luis de Potosí, donde cerca de 60 mil empleos dependen de la industria automotriz. Las advertencias de subir el importe a esas firmas en un 35% han desatado diversos comentarios de las empresas que tienen fábricas en esta región de México. BMW fue la última en ser mencionada por el presidente electo, al dejar entrever en una entrevista al diario alemán Bild que había un trato preferencial con sus importaciones. En la foto, trabajadores en la fábrica que Bosch tiene en San Luis Potosí, México.

Fuente: Emol de Chile / GDA

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