La pandemia de covid-19 se cobró muchas vidas de adultos en Estados Unidos a lo largo de dos años, pero no afectó demasiado a los niños.
Sin embargo, la rápida propagación de la variante ómicron llevó a un récord de infecciones y hospitalizaciones pediátricas, y la difusión de informaciones erróneas sobre la vacunación se suma al riesgo.
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Las posibilidades de que los jóvenes mueran por covid-19 siguen siendo bajas. Las vacunas reducen en gran medida las probabilidades de una enfermedad grave, y las madres inmunizadas pueden pasar la protección a sus bebés.
Pese a ello, se han propagado versiones tales como que las vacunas pueden afectar la fertilidad de las niñas.
Wassim Ballan, del Phoenix Children’s Hospital, dijo que combatir la información errónea se ha convertido en parte de su trabajo.
Dijo que los padres deben entender que las vacunas son “la herramienta más importante para la protección” de sus hijos, especialmente para evitar el síndrome inflamatorio multisistémico en los niños, una complicación rara y peligrosa que puede seguir a una infección leve por covid-19.
Solo el 27 % de los niños de 5 a 11 años han recibido una primera dosis de la vacuna en Estados Unidos.
Durante la pandemia las hospitalizaciones de niños alcanzaron un máximo de 914 por día este mes, un aumento espectacular desde el pico anterior, de 342 en septiembre de 2021.
Protección desde el útero
En la primera semana de enero de 2022 el Texas Children’s Hospital de Houston reportó 12 casos de bebés internados en cuidados intensivos con covid-19.
Los bebés son demasiado pequeños para recibir una vacuna contra el coronavirus, pero Kathryn Gray, especialista materno-fetal en el Brigham and Women’s Hospital, dijo que investigaciones muestran cada vez más que la vacunación durante la gestación lleva a que los anticuerpos se transfieran de manera segura al bebé.
Futuras madres también han mostrado reticencia a recibir la vacuna después de haber sido excluidas de los ensayos clínicos iniciales.
Gray figura entre quienes monitorean la situación. “Hasta la fecha no hay señales seguras” en los datos, señaló, pero dijo tener “mucha confianza” en que podrá decir a sus pacientes que la vacuna es segura durante el embarazo tanto para la madre como para el bebé.
“Si realmente quieren proteger a sus bebés, vacunarse es lo que más protección les dará en este momento”, sostiene.
Las agencias de salud de todo el mundo opinan lo mismo, pero la falta inicial de datos continúa siendo explotada en mensajes de rechazo a las vacunas en las redes sociales.
Publicaciones en Facebook y Twitter afirmaron que los mortinatos aumentaron tras el impulso para vacunar a las embarazadas.
Los epidemiólogos Carla DeSisto y Sascha Ellington, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijeron por el contrario que los datos de 1,2 millones de nacimientos en Estados Unidos no mostraron “ninguna evidencia de que la tasa de mortinatos sea más alta en general durante la pandemia”.
Pero su investigación reveló los riesgos de contraer el virus durante el embarazo.
“En comparación con las embarazadas sin covid-19, las embarazadas con covid-19 tienen un mayor riesgo de resultados adversos del embarazo, incluidos partos prematuros y mortinatos”, dijeron los investigadores por correo electrónico.
“Leche no vacunada”
La lactancia materna también ha sido objeto de campañas de desinformación, con publicaciones que afirman que los bebés sufrieron erupciones cutáneas o incluso la muerte al ser amamantados por una madre vacunada.
La Society for Maternal-Fetal Medicine recomienda la vacunación para quienes están amamantando y dice que no hay razón para dejar de amamantar al recibir la vacuna.
La desinformación se volvió cada vez más común en grupos de Facebook donde padres se conectan para compartir y vender leche materna, dijeron a la AFP moderadores de algunos de esos grupos.
En uno de los mayores grupos de este tipo, Bethany Bristow dijo que estaba preocupada por las solicitudes de “leche no vacunada”.
Esta madre neoyorquina, junto con sus compañeros moderadores, decidió prohibir tales solicitudes, y las reglas para su grupo de más de 10.500 padres ahora establecen: “Anunciar o solicitar leche sin vacunas pone a usted, a sus hijos y a la comunidad en riesgo”.
Investigaciones están encontrando beneficios específicos de la leche de una madre vacunada, apunta Laura Ward, codirectora del Centro de Medicina de la Lactancia Materna del Hospital Infantil de Cincinnati.
“Se han detectado anticuerpos en la leche materna de mujeres lactantes vacunadas. Esto significa que los bebés amamantados pueden tener cierta protección contra el covid-19 si sus madres recibieron la vacuna”, dijo.
Grey coincidió.
“La leche materna está llena de anticuerpos según las exposiciones previas de una persona tanto a las vacunas como a las infecciones”, dijo. “Esas cosas no representan un riesgo para los bebés, en realidad son útiles para protegerlos”.
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