Rusia y EE.UU. dispuestos al diálogo pese a "baja confianza"
Redacción EC

El presidente de , , recibió este miércoles en el Kremlin al secretario de Estado de , tras haber lamentado un deterioro de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. 

Rusia y Estados Unidos afirmaron este miércoles estar dispuestos a seguir hacia adelante y tratar de superar un "bajo nivel de confianza" para llevar a cabo una "lucha implacable contra el terrorismo", al término de una visita del secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, a Moscú.

Ambos manifestaron sus diferencias sobre el futuro del presidente sirio, Bashar Al Assad. Washington defiende su salida "de forma organizada", mientras que Moscú insistió en los precedentes caos creados por la salida de "dictadores".

"Hay un bajo nivel de confianza entre nuestros países. Las dos mayores potencias nucleares no pueden tener este tipo de relación", declaró Tillerson en una rueda de prensa común con su homólogo ruso, Serguei Lavrov. 

"A pesar de la cantidad de problemas existentes, (...) existen perspectivas considerables de trabajar juntos", aseguró Lavrov. 

Rusia está "abierta al diálogo con Estados Unidos, no sólo a dialogar sino también a una acción conjunta (...) en las áreas que correspondan en interés de ambos países", añadió Lavrov. 

El ministro ruso citó principalmente el "objetivo compartido de llevar a cabo una lucha implacable contra el terrorismo internacional", nueve días después del atentado que dejó 14 muertos en el metro de San Petersburgo. 

El secretario de Estado estadounidense también tuvo un encuentro de manera sorpresiva con el presidente ruso Vladimir Putin. 

La visita de Tillerson a Moscú, la primera de un alto responsable de la administración estadounidense desde que Donald Trump asumiera la presidencia de su país, estuvo dominada por el conflicto sirio.

Los responsables de ambos países se enfrentaron en declaraciones en los últimos días sobre el presunto ataque químico en la ciudad siria de Jan Sheijun, y tras el cambio de posición del presidente estadounidense al ordenar el primer bombardeo contra el ejército sirio desde el inicio del conflicto, hace ya seis años.

La reunión se produjo después de que el presidente ruso declarara que las relaciones entre ambas potencias estaban en peor situación que en la época de la presidencia de Barack Obama. 

"Se puede decir que el grado de confianza en nuestras relaciones de trabajo, especialmente en el área militar, no ha mejorado sino que, al contrario, se ha deteriorado", declaró el dirigente ruso al canal Mir 24 en una entrevista difundida este miércoles.

La visita de Tillerson a Rusia debe servir para asentar las bases de la "normalización" de las relaciones entre ambos países, prometida por Trump durante su campaña electoral.

Pero el presunto ataque químico en Jan Sheijun y el bombardeo estadounidense que lo siguió provocó nuevas tensiones entre ambas potencias. 

Al inicio de la reunión, Lavrov afirmó que Rusia quiere comprender "las verdaderas intenciones" de Estados Unidos, para evitar una "repetición" del bombardeo estadounidense en Siria y trabajar en la creación de un "frente común contra el terrorismo", agregó.

Tillerson, por su parte, dijo querer un diálogo "abierto, franco y sincero", destinado a "aclarar más los objetivos e intereses comunes" y las "claras diferencias" en el planteamiento de los dos países sobre los principales temas.

— 'Provocaciones' —

Los responsables estadounidenses se sucedieron el martes en las críticas al fuerte apoyo de Rusia al presidente sirio Bashar al Assad.

El secretario de Defensa, Jim Mattis, estimó la víspera que no había "dudas" de que el régimen de Al Assad era el responsable del ataque químico del 4 de abril, que causó 87 muertos, incluidos decenas de niños, en la provincia rebelde de Idlib, en el noroeste de Siria.

El presidente Putin, por su parte, repitió en una entrevista a la cadena de televisión MIR, emitida el martes por la noche, que no veía ningún elemento que probase la responsabilidad de Damasco.

Rusia mantiene una línea que exculpa al régimen sirio: hay que mirar hacia los rebeldes, ya que el ejército sirio desmanteló su arsenal de armas químicas bajo supervisión internacional.

Putin advirtió así sobre las "provocaciones" en preparación de los rebeldes, que utilizarían armas químicas para después poner en entredicho a Damasco.

— Votación en la ONU —

Al mismo tiempo, Estados Unidos, Francia y Reino Unido presentaron en el Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución, que pide la cooperación del régimen sirio en una investigación sobre el ataque.

La votación está prevista para este miércoles a las 19H00 GMT. 

Pero Moscú ya anticipó en la jornada que consideraba "inaceptable" el actual proyecto y que votaría "en contra si nuestros socios no escuchan nuestros llamados", declaró el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Guennadi Gatilov, citado por la agencia de prensa Interfax.

Antes de la votación, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, declaró que Estados Unidos estaba "dispuesto a colaborar para poner fin al conflicto". 

La visita de Tillerson precede a un encuentro tripartito que tendrá lugar a finales de esta semana en Moscú, entre Lavrov y los jefes de la diplomacia siria, Walid Muallem, e iraní, Mohamad Javad Zarif.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, cerrará el 24 de abril esta serie de encuentros diplomáticos, en el que representará su primer viaje oficial a Rusia.

Sobre el terreno, se empezó a aplicar un acuerdo para evacuar cuatro ciudades sirias asediadas. Unas 30.000 personas deberían salir de dos localidades de la provincia de Idlib (noroeste) en manos del régimen, y de dos enclaves rebeldes asediados por las fuerzas gubernamentales en la provincia de Damasco. 

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