SUTHERLAND SPRINGS, TX - NOVEMBER 06: Law enforcement officials continue their investigation at the First Baptist Church of Sutherland Springs on November 6, 2017 in Sutherland Springs, Texas. On November 5 a gunman, Devin Patrick Kelly, killed 26 people at the church and wounded many more when he opened fire during a Sunday service.   Scott Olson/Getty Images/AFP
== FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY ==
Sutherland
Redacción EC

La masacre del domingo, ocurrida solo cinco semanas después del tiroteo más mortífero perpetrado en Estados Unidos, ocurrió cuando un hombre con chaleco antibalas abrió fuego con un rifle de asalto contra los feligreses en una iglesia bautista de un pequeño pueblo, dejando además una veintena de heridos.

Las víctimas, con edades desde los cinco a los 72 años, asistían al servicio de la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, una localidad rural de unos 400 habitantes y ubicada 50 kilómetros al sureste de San Antonio.

El tirador, identificado como Devin Kelley, de 26 años, fue descrito por las autoridades como un joven blanco que fue encontrado muerto en su auto tras ser confrontado por un residente local.

La Fuerza Aérea dijo que Kelley prestó servicio en una base de Nuevo México desde 2010, antes de ser juzgado por una corte marcial en 2012 por agredir a su esposa e hijo.

Fue sentenciado a 12 meses de confinamiento y recibió una baja por "mala conducta", según dijo a AFP Ann Stefanek, portavoz de la Fuerza Aérea.

Vestido completamente de negro, Kelley abrió fuego afuera de la iglesia antes de entrar y seguir disparando, dijo Freeman Martin, responsable de las fuerzas del orden en Texas.

"Cuando salía de la iglesia, un residente local tomó su rifle y enfrentó al sospechoso. El sospechoso dejó caer su arma y huyó. El ciudadano persiguió entonces al sospechoso", detalló Martin.

Las autoridades encontraron a Kelley muerto en su auto, que se había estrellado. No quedó claro si se suicidó o fue herido por el ciudadano que le confrontó.

— "Apoyo total" —

En la noche del domingo hubo una vigilia en honor a las víctimas.

"Tenemos roto el corazón. Nos congregamos, unimos nuestras fuerzas (...) A través de las lágrimas y nuestra tristeza permanecemos fuertes", dijo Trump, que también ordenó que las banderas ondeen a media asta en la Casa Blanca y edificios federales.

El presidente insistió en que "es un poco pronto para abordar el tema", al ser consultado por los pedidos de que aumente el control de las armas en el país. Pero prometió "apoyo total" de su gobierno a la investigación.

Como en tantos otros tiroteos, los demócratas aprovecharon para renovar los llamados al control y regulación de las armas de fuego, un tema candente en un país que considera casi sagrado el derecho a portar armas.

Denunciando un "acto de odio", el ex presidente Barack Obama declaró: "Que Dios nos conceda a todos la sabiduría de preguntarnos qué medidas concretas podemos tomar para reducir la violencia y las armas entre nosotros".

Esta nueva masacre ocurre a un mes del tiroteo en que un atacante abrió fuego desde una habitación de hotel de Las Vegas, matando a 58 personas e hiriendo a cerca de 550 de una multitud que asistía a un concierto al aire libre. Fue el más mortífero en la historia reciente del país.

Hace poco más de dos años, Dylann Roof, un supremacista blanco, asesinó a nueve parroquianos en una histórica iglesia de Carolina del sur.

Fuente: AFP

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS DEL MUNDO...

Contenido sugerido

Contenido GEC