Redacción EC

Texas [AFP]. Feligreses de una iglesia del estado de dieron muerte a un hombre armado que abrió fuego este domingo durante la misa a la que asistían en Fort Worth, tiroteo que dejó a otra persona fallecida y una tercera en estado crítico, dijo la policía local.

El atacante ingresó a la West Freeway Church of Christ, en White Settlement, un área suburbana de Fort Worth, mientras se desarrollaba el servicio religioso matinal, en un nuevo caso de violencia con armas de fuego en un templo en Estados Unidos.

Un par de miembros de la iglesia devolvieron el fuego”, dijo a la prensa J.P. Bevering, jefe de policía de White Settlement. Esos disparos impactaron en el sospechoso, quien murió en el lugar, dijo.

Una de las víctimas del atacante murió en el hospital local y otra se encuentra en estado crítico, agregó Bevering, quien elogió “las acciones heroicas de los parroquianos”.

El FBI dijo que estaba investigando los motivos del ataque.

Los lugares de culto deben ser sagrados, y agradezco por los miembros de la iglesia que actuaron rápido para abatir al atacante y ayudaron a impedir la pérdida de más vidas”, dijo en un comunicado el gobernador de Texas, Greg Abbott.

El sábado, en un barrio residencial de Houston, una de las principales ciudades del estado de Texas, al menos dos personas murieron y siete resultaron heridas tras recibir disparos durante el rodaje de un video musical en el que participaban hombres veinteañeros de ascendencia hispánica.

Unas 36.000 personas mueren por año en Estados Unidos -uno los países con la población más armada del mundo- a causa de disparos de arma de fuego, cifra que comprende suicidios, homicidios, accidentes y tiroteos en los que participó la polícía.

Texas en particular ha sido escenario de tiroteos que han conmocionado a la opinión pública y agitado aún más el debate sobre el derecho, consagrado por la segunda enmienda de la Constitución de Estados Unidos, a portar armas.

El 3 de agosto, un hombre ingresó a una tienda de Walmart y abrió fuego usando un rifle de asalto AK-47 en El Paso, Texas. Dejó un saldo de 22 personas muertas.

El 5 de noviembre de 2017, un hombre mató a 25 feligreses e hirió a otros 20 que participaban en una misa en una iglesia Bautista en la comunidad rural de Sutherland Springs, Texas.


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